- 23 de agosto de 2025
Gabriela, a un día de cumplir 17 años, fue atacada en Aibonito. Esta es la cronología del crimen, los imputados y las pruebas que enfrenta la justicia.

Lo que parecía una noche de celebración en Aibonito se convirtió en una escena que aún estremece a la isla. Gabriela Nicole Pratts Rosario, de 16 años, fue asesinada a puñaladas frente a testigos que escucharon los gritos y vieron cómo la violencia se desbordaba. Ocho heridas marcaron el fin de una vida que estaba por cumplir 17 años y comenzar un nuevo curso escolar.
La tragedia no solo conmociona por la brutalidad del crimen, sino por quiénes están señaladas como responsables: una madre y su propia hija adolescente.

La pelea que terminó en feminicidio
La noche del 10 de agosto, el municipio de Aibonito celebraba su fiesta de cierre de verano. Tras el evento, un grupo de jóvenes se trasladó al Desvío Roberto Colón. Allí, una discusión entre adolescentes escaló hasta el punto de lo irreparable.
Versiones iniciales apuntan a que Gabriela intervino para defender a su hermana mayor. Lo que no imaginaba era que alguien estaba armado. Según la investigación, Elvia Cabrera Rivera, de 40 años, y su hija Anthonieshka Avilés Cabrera, de 17, actuaron juntas para apuñalar a la menor.
Un amigo de Gabriela que intentó protegerla también fue atacado: recibió tres puñaladas que casi le cuestan un pulmón.
Gabriela fue trasladada de urgencia a un hospital, pero no sobrevivió. Eran poco después de las 12:15 a.m.

Madre e hija señaladas como agresoras
El caso desató indignación inmediata cuando se conoció quiénes eran las sospechosas: madre e hija. Ambas fueron arrestadas y acusadas de asesinato en primer grado y violación a la Ley de Armas. El tribunal fijó una fianza de un millón de dólares para cada una.
La secretaria de Justicia, Lourdes Gómez Torres, aseguró que las dos actuaron en “común acuerdo”. La menor, pese a tener 17 años, será procesada como adulta debido a la gravedad del delito. Si son halladas culpables, podrían pasar el resto de sus vidas en prisión.
Aunque inicialmente se habló de seis personas involucradas —cuatro menores y dos adultas—, hasta ahora solo madre e hija enfrentan cargos formales.
Las autoridades ocuparon un cuchillo, ropa con manchas de sangre y un vehículo vinculado a Elvia Cabrera. También registraron la casa de la abuela de la acusada, donde vivía la joven de 17 años. El material probatorio fue enviado al Instituto de Ciencias Forenses.
La investigación no ha cerrado y las autoridades insisten en que podría haber más arrestos en los próximos días.
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Un pueblo marcado por el dolor
El sepelio de Gabriela fue multitudinario. Decenas de personas la despidieron en la Fraternidad Nu Delta Chi, en Aibonito, y acompañaron a su familia hasta el cementerio La Paz del Señor. Entre lágrimas y pancartas, la comunidad exigió justicia.
Sus maestros la recordaron como una joven noble, amante de los animales y con el sueño de estudiar psicología. El crimen ocurrió a tan solo un día de su cumpleaños número 17.
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