- 12 de junio de 2025
La cantante intentó solidarizarse con los inmigrantes, pero una frase en Instagram desató una ola de críticas que acusan oportunismo

En medio de un contexto sensible marcado por redadas del ICE y la creciente preocupación por la situación migratoria en Estados Unidos, Ángela Aguilar decidió usar sus redes sociales para posicionarse a favor de los migrantes mexicanos. Lo hizo con una interpretación al piano de una canción bilingüe cargada de emotividad y crítica social. Pero lo que parecía un gesto solidario se convirtió rápidamente en motivo de burla y rechazo.
"Con el alma en la mano, abrazo a cada migrante que ha dejado todo por un sueño. Que se escuchen sus pasos, que se escuche su voz. Solo el pueblo salva al pueblo", escribió Aguilar como introducción a su video. En él, entona versos que tocan fibras sensibles: "Uno se queda aquí, otro se queda allá. Esto pasa por salir a trabajar. Y nadie es ilegal en esta tierra robada".
Sin embargo, el mensaje que captó la atención no fue la letra de su canción, sino un comentario que acompañó una selfie posterior publicada en Instagram. Vestida con una sudadera que lucía las banderas de México, Colombia y Estados Unidos, Aguilar soltó una frase que desató la controversia: "Pero bueno, sigamos hablando de mi famoso huevo en salsa y no de las injusticias a nuestros amigos, familia y comunidad".

El huevo en salsa, la controversia y el intento fallido de redención
La referencia a su "huevo en salsa" no cayó en gracia. El término alude a las declaraciones previas de Ángela sobre su vida con Christian Nodal, con quien recientemente fue vista en trámites migratorios en EE.UU. La cantante ha mencionado en entrevistas que le cocina a Nodal, y ese platillo se convirtió en símbolo involuntario de los debates en redes.
Pero lejos de cambiar la narrativa, el giro de Aguilar fue leído por muchos como una maniobra para desviar la atención de las críticas por su relación y su visibilidad pública. Comentarios como "Ella jura que México la ama" o "Agarra y aprovecha la situación para ser perdonada" inundaron sus publicaciones.

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¿Solidaridad auténtica o marketing emocional?
El intento de la menor de los Aguilar por mostrarse empática con los migrantes terminó alimentando el escepticismo. Usuarios cuestionaron si realmente hay un compromiso detrás del mensaje o si se trata de una estrategia más para suavizar su imagen: "Trata de decir que ya no hablen de ella porque apoya a los migrantes", escribió un usuario.
Las redes no perdonan, y mucho menos olvidan. En un momento en que los artistas tienen plataformas con enorme alcance, las audiencias exigen algo más que mensajes inspiradores: consistencia, coherencia y autenticidad. Y aunque Aguilar pidió mirar hacia las "injusticias", terminó siendo el centro de otra más: la de un boomerang mediático que le rebotó en el peor momento.
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