La ruta de Trump para designar a 9 cárteles mexicanos como terroristas

Con una agenda en la que incluye la lucha contra el crimen organizado, Donald Trump en su nuevo rol como presidente y respaldado por 21 fiscales republicanos, está impulsando una estrategia que podría transformar la relación entre Estados Unidos y México. La iniciativa busca designar a nueve cárteles mexicanos, entre ellos el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, como organizaciones terroristas extranjeras. 

El plan de la administración Trump se fundamenta en un marco legal diseñado para combatir el terrorismo internacional. Esta designación permitiría implementar medidas más severas, como el congelamiento de activos, la imposición de sanciones financieras y la persecución de cualquier empresa o persona con vínculos a estos grupos.

Los fiscales que respaldan esta propuesta argumentan que estos cárteles no sólo representan una amenaza para México, sino también para la seguridad de Estados Unidos, especialmente por su participación en el tráfico de drogas y personas.

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Los cárteles bajo la lupa

Entre los nueve grupos señalados sobresalen el CJNG, el Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo y Los Zetas, organizaciones que se han expandido más allá de México, controlando rutas internacionales de tráfico de drogas y armas. Estas organizaciones se han diversificado, incursionando en actividades como el lavado de dinero y el contrabando de personas, agravando la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos.

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Estos son los nueve grupos: 

• Cártel de Sinaloa
• CJNG
• Cártel del Golfo
• Los Zetas
• Cártel del Noreste
• Cártel de Juárez
• Cártel de Tijuana (Arellano Félix)
• Organización de los Beltran Leyva
• La Familia Michoacana

Si se concreta la designación, las sanciones económicas y las restricciones financieras podrían representar un duro golpe para sus operaciones. Sin embargo, también podría desencadenar reacciones violentas en territorio mexicano. Esta designación facilitaría acciones legales contra individuos y empresas que directa o indirectamente estén vinculados a estas organizaciones, endureciendo las medidas contra el lavado de dinero y otras actividades ilícitas.

Aunque Trump y su equipo cuentan con el respaldo de fiscales republicanos, la decisión final depende del Congreso. La medida requiere consultas exhaustivas con el Departamento de Estado, el Departamento del Tesoro y otras agencias gubernamentales. A pesar del control republicano en ambas cámaras, algunos legisladores han expresado reservas sobre el impacto que esta decisión podría tener en la relación bilateral con México. Esto podría retrasar la implementación de la medida, aunque Trump ha mostrado interés en acelerar el proceso.

Fentanilo y migración 

El fentanilo, una droga sintética que ha causado una crisis de salud pública en Estados Unidos, es uno de los principales puntos de la agenda de Trump. Los cárteles mexicanos, según las autoridades estadounidenses, son responsables de una parte significativa de la distribución de esta sustancia en el país.

Por otro lado, el tráfico de personas también es un elemento central en la propuesta. Los cárteles controlan gran parte de las redes de contrabando humano, lo que ha exacerbado la crisis migratoria en la frontera sur. En los últimos años, las incautaciones de drogas y los arrestos relacionados con el narcotráfico han alcanzado cifras históricas, reforzando el argumento a favor de la designación.

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El Departamento del Tesoro ha sancionado a más de 600 personas y empresas mexicanas vinculadas al narcotráfico en las últimas dos décadas. Entre estas se encuentran líderes de cárteles, como los Arellano Félix y Los Zetas, así como compañías utilizadas para lavar dinero. La designación de los cárteles como organizaciones terroristas ampliaría el alcance de estas sanciones, dificultando aún más las operaciones financieras de estos grupos y sus colaboradores.

Respuestas desde México

La propuesta ha generado preocupación en México, donde autoridades y expertos han señalado que esta medida podría ser percibida como una amenaza a la soberanía nacional. Funcionarios mexicanos temen que la designación abra la puerta a intervenciones unilaterales por parte de Estados Unidos, una posibilidad que podría aumentar las tensiones diplomáticas entre ambos países.

A nivel político, la presidenta Claudia Sheinbaum ha instado al gobierno estadounidense a buscar soluciones conjuntas para enfrentar el problema del narcotráfico, subrayando que la cooperación debe basarse en el respeto mutuo.

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De ser implementada, esta medida podría debilitar significativamente a los cárteles. Además de las restricciones financieras, los líderes de estas organizaciones enfrentarían mayores riesgos al operar en el ámbito internacional. Sin embargo, se advierte que los cárteles podrían responder con mayor violencia, intensificando la inseguridad en México.

La propuesta de Trump para designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras resulta ser un movimiento arriesgado que busca redefinir la lucha contra el crimen organizado. Aunque no se puede dejar de pensar que si bien esto podría debilitar a estas organizaciones, también se enfrentarían desafíos legales, diplomáticos y políticos.

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