"REGRESANDO LA TIERRA A SUS RAÍCES"
Sheinbaum firma decretos en favor de comunidades indígenas en Chihuahua
Sheinbaum firmó decretos que devuelven tierras a los pueblos originarios, marcando un paso hacia la reparación histórica de injusticias que han afectado a estas comunidades durante años.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, firmó en Urique, Chihuahua, decretos que restituyen tierras comunales a los pueblos originarios rarámuri, siendo esto un paso más hacia la reparación histórica de injusticias que han afectado a estas comunidades durante siglos. "Hoy estamos devolviendo tierras a quienes siempre han sido sus legítimos dueños", afirmó.
Por primera vez en la historia de Chihuahua, el gobierno federal reconoció oficialmente la propiedad comunal tradicional de las tierras de las comunidades indígenas de Guasachique y Bosques de San Elías Repechique, ambas pertenecientes al pueblo rarámuri. Este evento no solo sienta un precedente en la lucha por los derechos territoriales de los pueblos originarios, sino que también refuerza la promesa de la Cuarta Transformación de no abandonar a las comunidades históricamente marginadas.
Sheinbaum firmó el decreto de resarcimiento, restitución y titulación de mil 485 hectáreas a favor de la comunidad indígena de Guasachique, ubicada en el municipio de Balleza. "Es un día que quedará marcado en la memoria porque estamos regresando lo que nunca debió ser arrebatado: su tierra, su hogar, su historia", expresó la mandataria durante su discurso.
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La importancia de los planes de justicia para los pueblos originarios
En su visita a la Sierra Tarahumara, la presidenta destacó que este acto de justicia no se limita a la entrega de tierras, sino que forma parte de un esfuerzo más amplio para fortalecer los derechos y el bienestar de los pueblos indígenas. Subrayó que los planes de justicia no implican imposiciones gubernamentales, sino acuerdos construidos mediante el diálogo y la colaboración.
"No se trata de imponer lo que el gobierno considera correcto. Se trata de escuchar, de respetar y de trabajar junto con ustedes para avanzar en lo que realmente necesitan y desean", afirmó Sheinbaum.
En ese contexto, la mandataria anunció la intención de trabajar con la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, para mejorar la infraestructura vial en la región, incluyendo la construcción de caminos que conecten Chihuahua con Sinaloa y otros tramos que atraviesen la Sierra Tarahumara. "Es un compromiso a largo plazo, pero queremos garantizar que al final de nuestro sexenio, con el apoyo de ustedes, logremos avances significativos", aseguró.
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"Justicia": una palabra con peso histórico
Durante su discurso, Sheinbaum enfatizó que la justicia social es el pilar fundamental de la Cuarta Transformación, y que este tipo de acciones son una muestra del compromiso de su gobierno con las comunidades más vulnerables.
"La justicia no es solo una palabra, es el corazón de nuestro proyecto. Justicia significa reconocer a los pueblos originarios como la esencia misma de nuestra nación, garantizar que nunca más sean despojados de sus tierras y que su dignidad sea el eje central de las políticas públicas", declaró.
Además, hizo un llamado a valorar la profunda conexión que los pueblos indígenas tienen con la tierra y a reconocerlos como guardianes de la identidad cultural y espiritual de México. "La dignidad del pueblo mexicano está aquí, en la Sierra Tarahumara, y en cada rincón donde un pueblo originario conserva y resiste", expresó emocionada.
Chihuahua: un estado marcado por el despojo
La historia de los pueblos originarios de Chihuahua está plagada de episodios de despojo y marginación. Durante décadas, estas comunidades han luchado por el reconocimiento de sus derechos territoriales frente a intereses económicos que priorizan la explotación de recursos naturales sobre la conservación de sus formas de vida.
Sheinbaum reconoció que este acto de restitución no borra el pasado, pero representa un paso hacia la construcción de un futuro más justo. "Durante años, los pueblos originarios han resistido, han conservado su cultura y nos han recordado que México es lo que es gracias a ellos. Hoy les devolvemos un poco de lo que siempre les perteneció", manifestó.
La presidenta destacó la importancia de trabajar en conjunto con las autoridades locales para garantizar que estos avances se traduzcan en mejoras concretas para las comunidades. En particular, mencionó que la construcción de caminos en la Sierra Tarahumara no solo mejorará la comunicación entre comunidades, sino que también abrirá oportunidades para el desarrollo económico y social.
El acto de restitución de tierras no es solo un trámite administrativo, sino un acto profundamente simbólico que representa el reconocimiento de los derechos históricos de los pueblos originarios. Según Sheinbaum, la entrega de estas hectáreas es una muestra tangible de que el gobierno está comprometido con la reparación de las injusticias del pasado.
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El legado de resistencia de los pueblos rarámuri
Los pueblos rarámuri, conocidos por su resistencia cultural y espiritual, han sido un ejemplo de fortaleza frente a la adversidad. Sus enseñanzas sobre el respeto a la naturaleza y su modo de vida han sido un faro en un mundo cada vez más desconectado de sus raíces.
Sheinbaum destacó que los pueblos originarios no solo son parte del pasado, sino que también son actores fundamentales en la construcción del presente y el futuro de México. "No solo estamos devolviendo tierras; estamos reconociendo que el México profundo, el México auténtico, vive en los pueblos originarios", enfatizó.
Finalmente, la mandataria reiteró que su gobierno seguirá trabajando para garantizar que los pueblos originarios tengan acceso a los recursos y oportunidades necesarias para su desarrollo integral. En este sentido, subrayó que la restitución de tierras es solo el comienzo de un camino que busca empoderar a estas comunidades y reconocer su valor como pilares de la nación.
El acto de entrega de tierras a las comunidades de Guasachique y Bosques de San Elías Repechique simboliza el enfoque del gobierno de Sheinbaum hacia una justicia social que pone a los más vulnerables en el centro de las decisiones. Este evento no solo resalta la importancia de la reparación histórica, sino que también refuerza el mensaje de que los pueblos originarios son el corazón de México.
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