- 05 de noviembre de 2024
Los sectores económicos, comerciales y migratorios enfrentan incertidumbre y preocupación ante el retorno del exmandatario estadounidense, Donald Trump.
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Un segundo mandato de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos mantiene a México y a otros países latinoamericanos en un estado de inquietud. Aunque aún no es un hecho oficial, este paso está más que claro; los discursos y propuestas de Trump han hecho que expertos y políticos anticipen un cambio radical en la política exterior y económica estadounidense, especialmente en sus relaciones con México.
En su primer periodo (2017-2021) Trump aplicó políticas proteccionistas y migratorias que impactaron directamente a la economía mexicana y a la vida de miles de migrantes. Las posibles políticas de Trump, enfocadas en la protección económica, un control migratorio riguroso y una presión sobre temas de seguridad, vuelven a ser tema de debate. Ante este posible escenario, líderes han expuesto su visión sobre cómo se desarrollaría la relación con México ahora que ocupe la Casa Blanca.
Si bien Trump ha asegurado que sus propuestas apuntan a fortalecer a Estados Unidos, diversas voces en México y Estados Unidos cuestionan si este plan afectaría gravemente a la economía mexicana, así como a los sectores más vulnerables en ambos países.
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Aranceles y T-MEC
Desde su anuncio como candidato, Trump ha insistido en que impulsará políticas que obliguen a las empresas estadounidenses a relocalizar su producción. Esto implicaría, por ejemplo, imponer aranceles de hasta el 100% a los automóviles fabricados en México, una medida que podría impactar a la industria automotriz nacional y a miles de trabajadores que dependen de este sector.
Se advierte que con un segundo mandato de Trump, este hecho pondría en jaque la relación comercial que México ha cultivado con Estados Unidos a través del T-MEC, al mismo tiempo que se advierte que este tratado podría entrar en una fase de renegociación complicada en 2026.
El Partido Demócrata en México, representado por Edgar López Vallejo, sostiene que estas medidas proteccionistas, además de ser desfavorables para la economía mexicana, también tendrían un impacto negativo en la economía estadounidense. "Imponer tarifas tan elevadas a productos mexicanos significaría un aumento en los precios para el consumidor estadounidense. Eventualmente, esto desencadenaría una inflación que afectaría a ambos países", explicó Vallejo.
No obstante, figuras del Partido Republicano, como Juan Iván Peña Neder, presidente de México Republicano, minimizan estos temores. Neder asegura que "Trump sabe que romper el T-MEC sería demasiado costoso para ambas naciones", y que el enfoque del expresidente se centra más en atraer votos de la clase trabajadora en zonas industriales de Estados Unidos, prometiéndoles un regreso de la manufactura.
Migración: posibles deportaciones masivas
Uno de los temas más sensibles para México es la migración. Durante su primer mandato, Trump implementó políticas de "cero tolerancia", lo que resultó en la separación de familias en la frontera y un endurecimiento en los procesos de asilo. Su retorno a la Casa Blanca podría significar un regreso de estas políticas, o incluso una intensificación de las mismas. Trump ha prometido continuar con la construcción del muro fronterizo.
Las organizaciones de derechos humanos también han expresado que estas medidas no solo son poco efectivas, sino que incrementan la vulnerabilidad de los migrantes que buscan un futuro mejor lejos de la violencia y la pobreza de sus países de origen. Para Edgar López Vallejo, representante del Partido Demócrata, esta postura no solo es xenófoba, sino que responde a una estrategia de campaña para obtener apoyo de sectores que ven a los migrantes como una amenaza para la seguridad y los empleos en Estados Unidos.
Seguridad y posible intervención militar
Otro aspecto que causa inquietud en México es la intención de Trump de catalogar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Esta clasificación permitiría, en teoría, que el gobierno estadounidense autorizara el uso de fuerzas militares para combatir el narcotráfico en territorio mexicano, Implicando una clara violación a la soberanía mexicana.
Aunque Peña Neder, del Partido Republicano en México, descarta que esta propuesta derive en una intervención militar directa, admite que podría abrir la puerta a una colaboración más estricta en materia de seguridad entre ambos países. En su opinión, "los controles fronterizos más estrictos y una mayor cooperación en seguridad benefician a ambos países".
Por su parte, López Vallejo sostiene que, bajo una administración demócrata, el riesgo de intervención es menor, aunque no inexistente. Sin embargo, afirma que la política demócrata apunta más hacia el fortalecimiento de los derechos humanos y la regulación de armas, que a una intervención directa.
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Uno de los puntos de la política exterior de Trump que ha sido cuestionado es su postura sobre la migración desde Centroamérica. Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, México propuso un plan de inversión para apoyar el desarrollo económico de países centroamericanos, con el fin de reducir la migración hacia el norte.
Consecuencias para la economía mexicana
La posible aplicación de políticas migratorias más severas podría afectar no solo a los migrantes, sino también a la economía mexicana. Un aumento en las deportaciones, especialmente de aquellos mexicanos que envían remesas a sus familias, tendría repercusiones negativas en la economía. Las remesas representan una de las principales fuentes de ingresos para México, y su pérdida generaría un desequilibrio financiero que podría llevar al país a una recesión, según expertos demócratas.
A pesar de los temores, algunos sectores ven en Trump una oportunidad para fortalecer la economía de Estados Unidos, incluso a expensas de México. En su primer mandato, Trump fue respaldado por algunos grupos empresariales que valoran su enfoque proteccionista. No obstante, una política tan restrictiva en lo económico y lo migratorio podría llevar a una disminución en la cooperación bilateral y aumentar las tensiones diplomáticas.
Con información de Milenio
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