El centro médico Sourasky, ubicado en Tel Aviv, Israel, está desarrollando un fármaco llamado EXO-CD24, que podría ser una alternativa para tratar a pacientes con cuadros graves de COVID-19 y cuya eficacia alcanzó el 93% en una serie de estudios realizados en la fase 2.
EXO-CD24, como se llama el fármaco, es desarrollado desde finales de 2020 y las pruebas de Fase 1 se realizaron en febrero de 2021. Para la Fase 2 se está probando en pacientes con cuadros graves en Grecia; en Israel, los casos se han reducido por el alto nivel de vacunación.
De acuerdo con lo compartido por el centro médico Sourasky, 29 de cada 30 pacientes a los que se les suministró EXO-CD24 presentaron una mejoría en pocos días; importante resaltar que ninguno ha presentado efectos secundarios tras las pruebas.
Nadir Arber, uno de los investigadores involucrados en el proyecto, precisó que tales estudios buscan determinar si el medicamento es seguro o no para las personas; para lo que seguirá, la siguiente fase, donde será probado en 155 pacientes.
El investigador adelantó que el siguiente estudio se realizará en Israel, aunque no descartan hacerlo en otras partes del mundo, donde a dos tercios de los pacientes les darán EXO-CD24, mientras que al resto sólo les suministrarán placebos.
Si bien los avances han sido significativos, será hasta finales de año cuando se tengan los resultados de la siguiente fase de estudios. El centro médico Sourasky busca que el fármaco sea la respuesta ante las mutaciones y diferentes linajes que surgen del COVID-19.
Uno de los aspectos más esperanzadores de este fármaco es que, según Nadin Arber, la proteína que utiliza (CD24) se produce de forma "rápida, eficiente y a un costo muy bajo", por lo que podría satisfacerse la demanda global.