A sus 51 años, Martha Sepúlveda decidió poner punto y final a su vida a través de la eutanasia, procedimiento que recibirá el próximo domingo 10 de octubre, cuando se le aplique por primera vez a una persona que no cuenta con una enfermedad terminal; ella aguarda "tranquila" ese día.
"Estoy más tranquila desde que autorizaron el tratamiento, me río más y duermo más tranquila", dijo Martha Sepúlveda en una reciente entrevista concedida a Juan David Laverde, periodista de Noticias Caracol, uno de los medios más importantes de Colombia.
Sonriente y de buen ánimo, la mujer colombiana asegura que tuvo "suerte" de que con seis votos a favor la Corte Constitucional ampliara la eutanasia (o mejor conocida como muerte asistida) a personas con enfermedades no terminales, desde el pasado 22 de julio.
Martha Sepúlveda no le quiere poner fin a su existencia por simple capricho: desde 2018, ella padece una enfermedad crónico-degenerativa llamada esclerosis lateral amiotrófica, que le impide mover las extremidades correctamente, causándole dolores indescriptibles.
A escasos días de que llegue su final, la mujer -que requiere de apoyo para caminar- come lo que más le gusta y se toma una que otra cerveza para mitigar el calor, asegura ella, además de disfrutar del amor de sus seres queridos, quienes estaban renuentes al tratamiento, pero lo aceptaron para no verla sufrir más.
Católica y creyente de Dios, ella confía que él la está "premiando" pues ya no la quiere ver postrada en una cama, "Dios no me quiere ver sufrir y yo creo que a nadie, ¿Qué padre quiere ver sufrir a sus hijos?", declaró.
Consciente de que ya no podrá platicar más con su madre desde el domingo a las 10:00 horas, Fernando Redondo afirma que está enfocada en hacerla sonreír y que estos pocos días en el mundo le sean más amenos, "se por sus palabras que ella ya no vive, sobrevive", dijo.