- 14 de agosto de 2025
Silvana confesó haber actuado en un momento de ira tras una ruptura sentimental ocurrida un día antes del crimen.

El caso de Silvana Torres, una joven madre de 19 años acusada de asesinar a su hija de apenas dos años en Manizales, Colombia, ha estremecido a todo un país. La historia, que ya de por sí causaba horror por la brutalidad del crimen, tomó un nuevo giro cuando se reveló que la mujer estuvo a punto de ser linchada por sus propios vecinos.
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El día de la tragedia
La tragedia ocurrió el sábado 26 de julio en el Conjunto Residencial de San Sebastián, en el municipio de Manizales, departamento de Caldas. Según el relato de Magola Valencia, amiga y vecina de Silvana, la joven aprovechó que su madre fue a visitar a su hermana en el apartamento de enfrente para asegurar con llave la puerta y quedarse a solas con su hija Antonella.
En ese momento, tomó un cuchillo de cocina y le cortó el cuello a la pequeña. Luego intentó quitarse la vida con la misma arma, pero no lo consiguió. Los gritos alertaron a su madre, quien entró en estado de shock y pidió ayuda a los vecinos.
Varias personas forzaron la puerta y encontraron a madre e hija con vida, aunque gravemente heridas. De inmediato, llamaron a los servicios de emergencia.
Los paramédicos retiraron primero a la niña, quien perdió una gran cantidad de sangre. Según Magola, cuando fue cargada “parecía muñeca de trapo” debido a la debilidad de su cuerpo. Antonella falleció minutos después en el hospital.

Así evitó el linchamiento
Cuando los paramédicos sacaron a Silvana del apartamento, la tensión en el conjunto residencial se desbordó. Vecinos enfurecidos comenzaron a insultarla y a lanzarle objetos. Algunos portaban palos y piedras, decididos a agredirla físicamente.
Magola Valencia relató que la joven madre tuvo que fingir que estaba inconsciente para evitar ser atacada:
“La bajaron ahí en esa bajadita de ahí y pues a ella le tocó hacerse la dormida, la que iba inconsciente porque ya la estaban atacando mucho, le estaban tirando con palos, piedras y por encima de la policía le tiraban a ella ahí entonces ya la policía la favoreció mucho, la sacaron de acá”.
La intervención de la Policía fue clave para que Silvana pudiera salir del lugar sin sufrir lesiones graves. Fue trasladada a un hospital y, tras recibir atención médica, pasó a la Clínica Psiquiátrica San Juan de Dios para una evaluación mental.
Posibles causas y proceso judicial
Durante su estancia en la clínica, Silvana confesó que asesinó a su hija en un momento de ira, después de terminar una relación sentimental el día anterior. No recuerda con claridad el ataque, lo que su defensa intenta usar para declararla inimputable. Sin embargo, ya fue procesada por homicidio agravado y podría enfrentar de 30 a 50 años de prisión.
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Vecinas como Luisa Ladino afirmaron que nunca escucharon gritos o violencia en su hogar. La describieron como una madre tranquila, dedicada y estudiosa. Magola recordó que Silvana amaba profundamente a Antonella y que lo ocurrido pudo deberse a un momento de desequilibrio emocional:
“De pronto estaba con muchas cosas encima. Nada justifica eso, pero yo creo que fue en un momento donde se le nubló mucho la mente”.
Mientras tanto, el caso sigue su curso judicial. La Fiscalía recopila pruebas, entrevistas y evaluaciones psicológicas que definirán el futuro de la joven madre.

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