- 25 de enero de 2025
La historia de Aron Ralston fue documentada en un libro escrito por él mismo y adaptada en una película.
La vida nos da situaciones que hacen que nuestro destino pueda cambiar en un abrir y cerrar de ojos, así como hay situaciones que pueden ir para bien, hay otras que la supervivencia y la desesperación llevan a decisiones que pueden cambiar completamente la forma de ver al mundo. Esta es la historia de Aron Ralston, quien, en su amor por la exploración, presentó una situación que lo cambió para siempre.
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El estadounidense era un amante de la naturaleza y las expediciones extremas. En una de sus excursiones por las montañas de Utah, en 2003, se quedó atascado y tuvo que cortarse el brazo para sobrevivir. Su historia fue contada en una autobiografía, y también llegó a la pantalla grande con la película 127 horas, que fue dirigida por Danny Boyle y protagonizada por James Franco.
Aaron Lee Ralston nació el 27 de octubre de 1975 en Ohio, Estados Unidos. De pequeño vivió en el estado de Colorado y a los 12 años descubrió su pasión por el montañismo y las excursiones en los diversos cañones que se encuentran a lo largo de su país de nacimiento, una pasión que definiría su futuro.
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Cursó su educación secundaria y comenzó sus estudios superiores en la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh, donde se graduó. Además de ser un amante de los deportes, le gustaba aprender cosas nuevas: francés y piano eran algunas de estas actividades fuera del deporte extremo.
Durante sus días de escuela y en la universidad, Aron pasó mucho tiempo haciendo deporte. Sus amigos, en el libro que narra su vida Between Rock and a Hard Place (2004), cuentan el amor que tenía Ralston por la naturaleza: "Las montañas le proporcionaban una paz mental eterna".
Una vez que terminó sus estudios universitarios, comenzó a trabajar como ingeniero, pero nunca le terminó de gustar. Por eso, en 2002, decidió abandonar su profesión y se dedicó de lleno a su sueño: ser un alpinista profesional. Incluso en su autobiografía, el estadounidense cuenta una gran parte de las exploraciones que logró hacer antes de ese día, aquel que sería el que le diera fama mundial a costa de uno de sus brazos.
La excursión que marcó un no retorno
En abril de 2003, Aron decidió hacer la excursión de su vida. Preparó su equipo de supervivencia para pasar el fin de semana en el Parque Nacional Tierra de Cañones, en Utah. Lo que parecía un desafío hermoso terminó en pesadilla.
Tras iniciar su recorrido hacia el cañón Blue John, todo marchaba relativamente bien. El hombre se apoyó en una piedra gigante, inmersa en una cueva, pero ésta se le cayó encima y quedó atorado en las paredes del cañón. El montañista quedó con su brazo derecho atrapado en un lugar realmente inoportuno.
Aron estuvo durante 172 horas inmerso en una lucha contra la naturaleza para liberarse, aunque no tuvo éxito. El hombre, desesperado, documentó con su cámara de video y se grabó a sí mismo despidiéndose, y también sufrió alucinaciones. Sin provisiones de agua y comida, llegó el momento de decidir. El alpinista tuvo un sueño en el que se vio con un bebé (que presuntamente era su hijo) y él con un brazo menos.
Después de dicha situación, impulsado por sus emociones fuertes, decidió aplicar presión a su brazo derecho con un tubo y una cuerda, para evitar el flujo de sangre en la parte afectada, y se cortó el brazo con su pequeña navaja de expedición. Fueron más de 2 días de lucha, pero finalmente lo logró.
Luego de amputarse su extremidad, tenía que trasladarse 27 kilómetros al lugar donde estaba su vehículo. En la zona sobrevolaba un helicóptero de Utah que lo localizó y finalmente lo ayudó a terminar su calvario.
Los doctores le brindaron cuidados de emergencia porque había perdido alrededor del 25% de su sangre. Las autoridades recogieron el brazo de la roca y se lo entregaron a Ralston, quien luego lo cremó y esparció sus cenizas en el lugar del accidente. Aron, tras recuperarse del accidente de su vida, volvió a hacer una expedición en 2005 con sus amigos.
Su historia de lucha se hizo conocida mundialmente
Cuando la historia de Aron Ralston se dio a conocer de manera pública, inmediatamente fue aclamado como un héroe. En julio de 2003, apareció en el programa central Late Night Show. Esta vez su relato se escuchó a nivel nacional y, con ello, aumentó su popularidad. Este accidente le dio a Aron un estatus de celebridad y comenzó a aparecer en diferentes lugares públicos. Incluso prestó su voz para la serie animada Los Simpson.
En 2004, Ralston escribió su autobiografía titulada Between Rock and a Hard Place, que inmediatamente se convirtió en un best-seller nacional. Esta historia sirvió para que el director británico Danny Boyle se inspirara y la convirtiera en una película.
El filme se tituló 127 horas, y el papel de Aron Ralston fue interpretado por el actor James Franco. La cinta fue nominada a seis premios Oscar, tres Globos de Oro y ocho BAFTA, mientras que su recaudación en taquilla alcanzó los 60 millones de dólares.
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Su vida después del cañón
En 2005, Ralston se convirtió en la primera persona en escalar las 53 montañas del Colorado, un proyecto que comenzó en 1998 y que reanudó después de su amputación. En 2008, escaló el Nevado Ojos del Salado en Chile y el Monte Pissis en Argentina. Ese mismo año, subió en solitario el Monte McKinley. Un año después, dirigió una expedición con sus amigos en el río Colorado a través del Gran Cañón.
Aron sigue con nuevos proyectos, aprendió la lección que tuvo en 2003 y cuando sale de excursión a una nueva aventura, siempre avisa a dónde se dirige. Además, se convirtió en orador a nivel nacional y cuenta su historia de supervivencia en diferentes lugares públicos de Estados Unidos.