- 26 de noviembre de 2024
La mujer murió en condiciones deplorables tras permanecer un largo tiempo pegada a su colchón y ser abandonada.
El caso de Dinora Cardoso, una abuelita de 79 años que murió pegada a su colchón, rodeada de heces y devorada por chinches y cucarachas, ha conmocionado a la sociedad debido a las terribles condiciones en las que fue encontrada.
El trágico suceso ocurrió en una vivienda de Massachusetts, Estados Unidos. La familia de la víctima solicitó ayuda a los servicios de emergencia cuando la mujer no pudo levantarse de la cama. Al llegar los equipos de rescate, se percataron de la horrible situación en la que vivía la mujer.
Abuelita es devorada por chinches y cucarachas
Al ingresar a la habitación, los rescatistas observaron que la mujer presentaba diversas lesiones en la piel, provocadas por estar "pegada" a su colchón. Al comenzar a desprenderla de la cama, se dieron cuenta de que sus heridas y úlceras habían sido causadas por chinches y cucarachas que estaban en su habitación.
Una vez liberada de ese entorno, lleno de insectos y heces fecales, fue trasladada a un hospital. Lamentablemente, Dinora falleció dos días después debido a fascitis necrosante y sepsis, condiciones provocadas por bacterias que infectaron varias partes de su cuerpo.
Familiares son detenidas por homicidio involuntario
El caso de Dinora Cardoso, la abuelita que murió en condiciones tan deplorables, ha causado indignación en la comunidad, especialmente porque no vivía sola y estaba bajo el cuidado de sus familiares cercanos.
Su hija, Eva Fontes, de 53 años, su nieta, Kayla Cardoso, de 31 años, y una enfermera identificada como Lisa Hamilton, también encargada de su cuidado, están siendo investigadas por las autoridades. El Tribunal Superior de Brockton las ha acusado de homicidio involuntario, negligencia en el cuidado de una persona adulta, hurto y fraude al programa federal Medicaid.
Según las autoridades, las mujeres habrían facturado a MassHealth por servicios que nunca prestaron a la adulta mayor. Los registros bancarios muestran que Eva entregaba regularmente una parte del cheque de PCA a Kayla. A pesar de ello, MassHealth desembolsó más de 140 mil dólares. Además, los registros del hospital y de la ambulancia que la transportó revelaron que la mujer sufría de diabetes descontrolada.
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