Así es como duermen los astronautas en el espacio

Descansar adecuadamente es fundamental para todas las personas. La falta de sueño puede tener un impacto en el comportamiento diario, alterar las funciones cognitivas y desajustar el ritmo biológico. Estas consecuencias no son convenientes en general, pero mucho menos para aquellos que viven y trabajan en la Estación Espacial Internacional, ya que es el último lugar en el que desearían experimentar cambios de ánimo, fatiga, trastornos metabólicos y cometer errores u omisiones en su trabajo. Por lo tanto, los astronautas deben asegurarse un buen descanso más que nadie.

Sin embargo, enfrentan un desafío: la falta de gravedad, ese asombroso fenómeno natural que nos permite permanecer inmóviles cuando estamos acostados. Por lo tanto, la principal tarea de los astronautas al considerar su sueño nocturno es asegurarse de no flotar libremente en la habitación y chocar con el techo y las paredes.

Con el fin de abordar esta situación, los astronautas suelen descansar dentro de sacos de dormir que se pueden sujetar a diferentes plataformas estables, como camas o paredes, lo que les permite dormir en posición horizontal o vertical. Para ser más precisos, en el espacio no existe una orientación clara de arriba o abajo, por lo que no hay distinción entre vertical y horizontal, y los astronautas no experimentan la sensación de gravedad. No tienen peso, lo que afecta su percepción de la verticalidad.

En la Estación Espacial Internacional (EEI), cada miembro de la tripulación generalmente dispone de su propia cabina personal para disfrutar de un sueño tranquilo y sin interrupciones. Estas cabinas son privadas y están diseñadas para aislar el sonido, lo que permite a los astronautas escuchar música, usar una computadora portátil, leer y guardar sus pertenencias personales.

Para mantener su ritmo biológico y hábitos de sueño, los astronautas deben seguir una agenda cuidadosa y prestar especial atención a los horarios, ya que en la EEI se experimentan 16 atardeceres y amaneceres cada 24 horas. Además de la situación de estar en el espacio, hay otros factores específicos como el mareo por movimiento que pueden alterar la rutina de sueño de los astronautas.