- 11 de septiembre de 2024
El estudio reportó que en los territorios de la isla Signy los brotes aumentaron un 154 por ciento.
Un estudio publicado en la revista "Current Biology" encontró que en varias plantas de la Antártida, las flores han estado creciendo de manera rápida durante la última década, esto debido a las altas temperaturas. Un panorama así era impensable y, lejos de ser una buena noticia, pone en evidencia las consecuencias del cambio climático.
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El clima de la Antártida es el más frío del mundo. El registro más bajo de la temperatura del aire en este sitio se fijó el 21 de julio de 1983, con -89.2 °C, por lo que el crecimiento de flores es algo preocupante para los científicos.
La investigación, llamada "Acceleration of climate warming and plant dynamics in Antarctica", concluyó que el calentamiento global se aceleró entre 1950 y 2016 en la Antártida, lo cual impactó de manera negativa en este ecosistema terrestre.
"La Antártida está actuando como un canario en una mina de carbón", afirmó Nicoletta Cannone, autora principal del estudio y profesora asociada de ecología en la Universidad de Insubria de Italia.
El equipo de investigadores de Italia, Reino Unido y Sudáfrica siguieron entre 2009 y 2018 el crecimiento de las plantas autóctonas "Deschampsia antarctica", una especie de hierba y "Colobanthus quitensis", de la que brotan pequeñas flores amarillas.
"Estas plantas tienen un metabolismo bien adaptado a las duras condiciones del clima antártico: son capaces de hacer la fotosíntesis a temperaturas bajo cero y cubiertas de nieve y pueden reiniciar su crecimiento al final del largo invierno antártico", dijo Cannone.
Sin embargo, los científicos encontraron que estas plantas crecieron cinco veces más rápido durante este periodo de tiempo. El estudio reportó que en los territorios de la isla Signy los brotes aumentaron un 154 por ciento, y el ritmo de crecimiento aumentaba cada año a medida que subían las temperaturas.
Cannone considera que el aumento de temperatura podría provocar que las especies invasoras colonicen la isla y otras plantas nativas aceleren su crecimiento, lo cual podría desestabilizar la biodiversidad y los ecosistemas locales, "esto significa que el paisaje antártico y la biodiversidad podrían cambiar rápidamente", afirma la investigadora.
Un estudio publicado en 2020 encontró que la Antártida se ha calentado tres veces más rápido que el resto del mundo en los últimos 30 años. Cannone afirma que "estamos empezando a ver lo que es casi un cambio radical o un punto de inflexión".
La conclusión final del equipo es que los hallazgos "apoyan la hipótesis de que el calentamiento futuro desencadenará cambios significativos en estos frágiles ecosistemas antárticos".
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