A un día del jueves y viernes santos, el papa Francisco volvió este miércoles a hablar sobre la guerra y señaló que la agresión armada de estos días, como toda guerra, representa un ultraje a Dios.

Durante la semana santa, el pontífice aprovechó las redes sociales para abordar el tema de la guerra y el lunes pidió orar por la paz.

“Nada es imposible para Dios. Tampoco hacer cesar una guerra de la que no se ve el final. Una guerra que cada día nos pone delante de los ojos masacres feroces y crueldades atroces cometidas contra civiles indefensos”, dijo.

El papa Francisco pidió que se inicie una tregua pascual, pero no para recargar las armas y volver a combatir, sino una tregua para llegar a la paz, a través de una verdadera negociación, dispuestos también a algún sacrificio por el bien de la gente.

“De hecho, ¿qué victoria será esa que plante una bandera sobre un cúmulo de escombros?”, cuestionó.

El pontífice dijo que mientras el poder mundano deja sólo destrucción y muerte, la paz de Cristo edifica la historia, a partir del corazón de cada hombre que la acoge y la paz del Señor sigue el camino de la mansedumbre y de la cruz: es hacerse cargo de los demás.

Masacres

Rusia amenazó este miércoles con bombardear los centros de mando en la capital de Ucrania, Kiev, si el Ejército ucraniano ataca o efectúa nuevas acciones de sabotaje en territorio ruso.

Ígor Konashénkov, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, dijo durante su parte de guerra vespertino que ven intentos de sabotaje y de ataques por parte de tropas ucranianas contra infraestructuras en territorio de Rusia.

Los ataques militares más atroces que las fuerzas armadas rusas se han suscitado en un hospital, un teatro, una estación de tren y una masacre en las calles de la ciudad de Bucha constituyen los ataques más atroces realizadas en distintas ciudades de Ucrania.

Las imágenes de estos ataques dieron la vuelta al mundo provocó que se endurecieran las sanciones económicas contra el gobierno de Vladimir Putin, aunque se ha considerado que esto no es suficiente.

El asedio ruso contra ciudades ucranianas ha obligado a miles de personas, en su mayoría mujeres y niños, a huir de los bombardeos hacia Europa central.