Pocos son los tratados internacionales que tienen la protección de los océanos como prioridad. Y el hecho de que nuestra civilización sólo pueda entender a la naturaleza como “recursos naturales” a disposición de las industrias y mercados humanos, no ayuda nada a su conservación.
Conscientes de la alarmante situación de los océanos, a donde cada año son arrojadas 13 toneladas de plástico, las científicas Michelle Bender, Rachel Bustamante y Kelsey Leonard publicaron un artículo en la prestigiosa revista PLOS Biology en el que pidieron que legalmente se le reconozca el derecho a existir a los océanos, como un primer paso para cambiar nuestra manera de relacionarnos con el mar y la naturaleza. De otra forma tanto nosotros como las futuras generaciones pagaremos las catastróficas consecuencias.
“Mantener el statu quo de la ley ambiental equivale a la destrucción legalizada de la naturaleza. El derecho internacional debe evolucionar para reflejar los derechos inherentes del océano a existir, florecer y regenerarse. La salud del océano es la salud humana”
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Derecho a existir
El objetivo del ensayo es que las leyes e instituciones reflejen una nueva relación de la humanidad con la naturaleza, ya no basada en el dominio sino en la interdependencia sustentable y exhorta a desarrollar figuras y aparatos legales que reconozcan la dignidad de los entornos naturales.
Las científicas hacen un llamado para ver al mar como un ser vivo con derechos inherentes, como el de existir, y no como un recurso natural que está ahí para ser explotado según la disposición de las empresas.
Michelle Bender, Rachel Bustamante y Kelsey Leonard ven en esta década una oportunidad importantísima para generar un cambio fundamental y enfatizan que debemos transformar nuestro pensamiento si queremos evitar un futuro desastroso.
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