- 11 de septiembre de 2024
A 35 años del desastre en la planta nuclear de Chernóbil en la extinta Unión Soviética, recordamos el caso de cuando el gobierno mexicano ignoró las recomendaciones y adquirió leche en polvo con radioactividad. El producto lácteo habría ocasionando un repunte en los casos de cáncer infantil.

Un 26 de abril de 1986 la central nuclear 'Vladimir Ilich Lenin' en Chernóbil, perteneciente a la extinta Unión Soviética (actual Ucrania), registró un estallido en el reactor cuatro, lo que ocasionó una gran fuga de materiales radioactivos a lo largo de Europa.
Los rastros de uno de los peores desastres del siglo XX cruzaron el Océano Atlántico y llegaron a México... en forma de leche.
Entre 1986 y 1988, de acuerdo con reportajes entonces publicados en el semanario Proceso, el gobierno mexicano adquirió en Irlanda leche en polvo para la Conasupo. A la nación europea llegaron los efectos de la nube radioactiva surgida en Chernóbil, pese a estar a más de 3 mil kilómetros del epicentro del accidente.
Se cree que las partículas radioactivas cayeron junto a la lluvia sobre los pastizales de Irlanda, el único alimento del ganado bovino de la región y las encargadas de producir la leche que, tras un proceso de manufacturación, fue convertida en polvo y vendida a las autoridades mexicanas. Pese al proceso, la letalidad de las partículas resistió.

En aquella época, el gobierno brasileño -dirigido por José Sarney- le había advertido a su par mexicano -encabezado por Miguel de la Madrid- sobre los peligros de importar productos alimenticios procedentes de Europa, luego de la contaminación que dejó el desastre nuclear de Chernóbil.
La leche se repartió entre la población mexicana, sin conocerse que tenía rastros de Cesio-137 y Cobalto-60, partículas radioactivas altamente contaminantes y peligrosas, cuyo periodo mínimo de vida es de 30 años. Fue entonces cuando la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CONASENUSA) se dio a la tarea de investigar y, posteriormente, impedir que más cargamentos de leche llegaran a México.

Según estimaciones, hasta 39 mil toneladas de leche contaminada llegaron a México, lo cual ocasionó un posterior incremento en los casos de cáncer infantil: hasta 300%, entre 1987 y 1997, de acuerdo con datos del semanario Proceso.
¿Qué fue lo que ocurrió en Chernóbil?
Durante la madrugada del 26 de abril de 1986, los ingenieros de la planta nuclear realizaron una prueba en el reactor cuatro, sin embargo, una combinación de varios factores ocasionó el estallido: la falta de protocolos de seguridad, la ausencia de pericia por parte de los encargados, así como un fallo que contenía el reactor y que fue ocultado por las autoridades soviéticas.

A causa de que la explosión destruyó la estructura que contenía al reactor, las partículas radioactivas -sumamente peligrosas para el ser humano- se extendieron a lo largo de miles de kilómetros. El gobierno de la entonces URSS tuvo que evacuar a 335 mil personas en un radio de 30 kilómetros. La hasta entonces ciudad modelo de Pripyat quedó deshabitada.
En 2019, con la ayuda de diferentes países, se concretó el llamado 'sarcófago' de Chernóbil, la mayor estructura móvil jamás construida por el ser humano, que servirá para encapsular los peores efectos que aún emanan del reactor cuatro: mide 110 metros de alto, 150 metros de largo, pesa 36 mil toneladas y tuvo un costo de mil 700 millones de dólares.

¿Aún vive alguien en Chernóbil?
No. Sin embargo, numerosos youtubers han viajado al lugar, atraídos por las escenas dignas del Apocalipsis que pueden grabar entre las ruinas; esto no significa que sean inmunes a los altos niveles de radiación que persistirán hasta dentro de 20 mil años. Pese a esto, el lugar continúa siendo habitado por fauna salvaje como lobos y jabalíes.
Para saber más sobre el tema, Quinto Poder te recomienda la miniserie Chernóbil de HBO, la cual fue estrenada en 2019. También puedes consultar el libro Voces de Chernóbil, escrito por la premio Nobel de Literatura, Svetlana Alexiévich.

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