Israel, nación que cuenta con 9 millones de habitantes, estaría a un paso de ser la primera en adquirir la inmunidad de rebaño. Esto quiere decir que la población sería menos propensa a contraer el virus del COVID-19, pues siete de cada 10 personas ya han sido vacunadas.
Pese a este gran esfuerzo, la nación se enfrenta a la negativa de algunos de sus pobladores a recibir la vacuna, principalmente de judíos ultraortdoxos, jóvenes y los llamados antivacunas; todo esto afectaría los avances que han logrado.
Con el objetivo de persuadirlos, las autoridades sanitarias de Israel han tenido una idea: regalar pizza, pastel o café a todos aquellos que acudan a un par de centros de vacunación localizados en la ciudad de Tel Aviv; también se obsequia hummus (una pasta de garbanzos) y kanafeh, un postre muy popular en las naciones del Medio Oriente.
El portavoz del municipio de Tel Aviv, Eytan Schwartz, argumentó que buscan crear una "atmósfera familiar" para que todas aquellas personas indecisas acudan a vacunarse contra el COVID-19.
En Jerusalén, las autoridades replicaron la medida de regalar comida, aunque con unidades móviles que fueron colocados en los barrios donde viven los judíos ultraortodoxos, uno de los grupos más reticentes a ser vacunados. "Si Mohammed no viene a la montaña, la montaña irá hacia Mohammed", dijeron las autoridades.