- 13 de septiembre de 2024
Los niños de todas las edades pueden enfermarse de COVID-19, aunque la mayoría de los menores afectados generalmente no se enferman con tanta gravedad como los adultos, eso no significa que no puedan padecer cuadros graves y la necesidad de hospitalización
De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), hasta el 16 de enero de 2022 son 86 mil 586 los contagios acumulados de COVID-19 en personas de 0 a 17 años de edad en México.
Del total de casos, se han registrado 826 defunciones de niñas, niños y adolescentes a causa de COVID-19; el 53.4 por ciento de los fallecimientos ha correspondido al sexo masculino.
En relación a esto, la comunidad científica investigó a la población infantil y así pudieron detectarse cuáles son los primeros síntomas de COVID-19 en niñas y niños.
Uno de los primeros efectos que detectó el Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades y el Hospital de Niños de Wuhan fue la fiebre, que los infantes presentaban un cuadro más leve y que la infección en ellos era mayoritariamente asintomática.
¿Pueden contraer efectos a largo plazo?
Cualquier persona que haya padecido COVID-19 puede desarrollar una afección posterior. Las investigaciones sugieren que los niños con un cuadro tanto leve como grave de COVID-19 han desarrollado algunos de estos síntomas a largo plazo:
- Cansancio o fatiga
- Dolor de cabeza
- Trastornos del sueño
- Dificultad para concentrarse
- Dolor en los músculos y en las articulaciones
- Tos
Prevención y cuidados
Desde junio de 2021, el Gobierno de México aprobó la vacuna Pfizer para mayores de 12 años. Hasta el mes de enero de 2022 ya se aplican dosis a menores de entre 15 y 17 con o sin ninguna comorbilidad.
Sigue siendo una gran incógnita al respecto de qué pasará con el suministro de dosis para todos los menores que siguen sin poder ser inoculados.
Análisis de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) consideran que también es importante atender el impacto emocional que ha tenido la población infantil durante la pandemia.
La doctora Teresa Monjaras Rodríguez, de la Facultad de Psicología de la UNAM, explica que la depresión y la ansiedad son las afectaciones que más se han observado en los menores.
Otra repercusión que se ha visto en algunos menores es la aparición de estrés postraumático, sobre todo en los que padecieron una pérdida de un familiar o ser querido. Este padecimiento puede expresarse mediante pesadillas, asilamiento, o nerviosismo al escuchar del virus.
¿Por qué reaccionan los niños de manera diferente ante la COVID-19?
Algunos expertos sugieren que como las niñas y niños se resfrían con frecuencia, tal vez su sistema inmunitario esté preparado para proporcionarles alguna protección contra la enfermedad que causa el virus SARS-CoV-2.
Se estima que el sistema inmunitario de los menores también actúa de forma distinta al de los adultos. Algunos adultos se enferman porque su sistema inmunitario reacciona en exceso al virus.