- 15 de septiembre de 2024
Ante una situación como esta, es fundamental estar informado sobre cómo actuar de manera rápida y responsable para evitar complicaciones posteriores
Encontrarse con una rata puede ser una experiencia desagradable para muchas personas y aunque estos animales suelen ser inofensivos, debemos tomar nuestras precauciones en caso de que corramos con la mala suerte de ser mordido por una rata, ya que la herida podría complicarse si no actuamos correctamente.
Ante una situación como esta, es fundamental estar informado sobre cómo actuar de manera rápida y responsable para evitar complicaciones posteriores. Aquí te contamos algunos consejos en caso de sufrir una mordedura de rata, desde la limpieza inicial de la herida hasta la importancia de buscar atención médica adecuada. Lo primero que debes hacer es limpiar la herida con abundante agua y jabón suave; esto ayudará a reducir el riesgo de infección al eliminar cualquier suciedad o bacteria presente en la piel.
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Si la mordedura sangra abundantemente, aplica presión con una gasa o paño limpio para detener el sangrado. Eleva la parte del cuerpo afectada si es posible. No olvides desinfectar la herida con un antiséptico, como alcohol para eliminar cualquier bacteria restante.
Es importante buscar atención médica, especialmente si la mordedura es profunda, está inflamada, dolorosa o si tienes alguna preocupación sobre la posibilidad de infección. Un profesional de la salud evaluará la herida y puede administrar un tratamiento adecuado.
Si no has recibido una vacuna antitetánica en los últimos 5-10 años, es posible que necesites una actualización, ya que las mordeduras pueden aumentar el riesgo de infección por tétanos.
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En situaciones donde se desconoce el origen del roedor, puede ser recomendable administrar la vacuna contra la rabia o el suero antirrábico, ya que el riesgo de transmisión del virus de la rabia es más alto en tales casos. Sin embargo, si se trata de roedores domésticos o hámsters, el riesgo de contagio es menor y no es necesario recibir la vacuna, a menos que el animal muestre cambios de comportamiento o síntomas característicos de la rabia. En esos casos, es importante buscar atención médica o veterinaria adecuada para evaluar el riesgo y tomar las medidas necesarias para proteger la salud.
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