- 27 de diciembre de 2025
El 17 de octubre de 2019, Culiacán vivió una jornada de violencia inédita tras la captura y liberación de Ovidio Guzmán, con "El Panu" presente en el operativo.

El 17 de octubre de 2019 quedó marcado como uno de los episodios más críticos en la historia reciente de la seguridad pública en México. Ese día, Culiacán, Sinaloa, se transformó en un escenario de caos tras el primer intento de captura de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Lo que comenzó como un operativo federal terminó en una jornada de violencia urbana sin precedentes, conocida como el "Culiacanazo", un evento que expuso los límites del Estado frente al poder del crimen organizado y en el que estuvo presente Óscar Noé Medina González, alias "El Panu".
La detención inicial de Ovidio ocurrió en un contexto político particular. El presidente Andrés Manuel López Obrador había prometido romper con estrategias de seguridad de gobiernos anteriores, apostando por un enfoque distinto. Sin embargo, ese día, las fuerzas federales se vieron rebasadas por la respuesta armada del Cártel de Sinaloa, lo que derivó en la liberación del objetivo y en un profundo cuestionamiento a la estrategia de seguridad nacional.
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El inicio del operativo y la captura de Ovidio Guzmán
La mañana del jueves 17 de octubre, elementos de seguridad desplegaron un operativo para detener a Ovidio Guzmán en un inmueble de Culiacán. La acción parecía exitosa en sus primeras fases. El hijo de "El Chapo" fue asegurado y sacado del lugar, lo que rápidamente detonó una reacción coordinada del grupo criminal al que pertenece.
La captura desató una movilización inmediata de hombres armados en distintos puntos de la ciudad. Lo que siguió fue una demostración de fuerza pocas veces vista: convoyes, armas de alto poder y una capacidad logística que sorprendió tanto a autoridades como a la población civil.

Culiacán convertido en campo de batalla
Tras el arresto, comandos armados tomaron las calles de Culiacán. Se registraron bloqueos simultáneos en al menos 14 puntos estratégicos, utilizando vehículos despojados e incendiados para cerrar avenidas, puentes y accesos principales. La ciudad quedó prácticamente sitiada.
Las balaceras se extendieron durante horas. Comercios cerraron, escuelas improvisaron resguardos y cientos de familias buscaron refugio en sus hogares. El miedo se instaló en la capital sinaloense, mientras las fuerzas federales intentaban contener una ofensiva que superaba cualquier previsión inicial.
La decisión de liberar a Ovidio Guzmán
Ante el nivel de violencia y el riesgo para la población civil, el Gobierno federal tomó una decisión inédita. La versión oficial señaló que, tras informar al presidente sobre la situación, se optó por liberar a Ovidio Guzmán para evitar una tragedia mayor. La instrucción se justificó como una medida para proteger vidas inocentes, en un contexto donde el control territorial parecía perdido.
El "Culiacanazo" no sólo significó la liberación de un objetivo prioritario, sino también un golpe simbólico al Estado mexicano. La imagen de fuerzas armadas obligadas a retroceder frente a un grupo criminal dio la vuelta al mundo y abrió un debate nacional sobre los alcances reales del poder público frente al narcotráfico.
El término surgió de la magnitud del evento. El 17 de octubre de 2019 se convirtió en un "jueves negro" para Sinaloa. La violencia fue tan extendida y visible que el nombre encapsuló el impacto colectivo de aquel día. No se trató de un enfrentamiento aislado, sino de una ciudad entera paralizada por el crimen organizado en cuestión de horas.

El papel de "El Panu" durante el "Culiacanazo"
Uno de los personajes clave en este episodio fue Óscar Noé Medina González, alias "El Panu". Identificado como líder de alto rango del Cártel de Sinaloa y encargado de la seguridad de "Los Chapitos", su presencia durante el "Culiacanazo" quedó documentada.
De acuerdo con los reportes, "El Panu" aparece junto a Ovidio Guzmán López en la detención ocurrida en octubre de 2019; él salió de un inmueble antes que el hijo de "El Chapo" Guzmán. Este detalle lo colocó como una figura central en los momentos iniciales del operativo y reforzó su perfil como uno de los hombres más cercanos al círculo de seguridad de Ovidio.

¿Quiénes son "Los Chapitos"?
"Los Chapitos" es el nombre con el que se conoce a los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán que asumieron roles clave dentro del Cártel de Sinaloa. Entre ellos se encuentran Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán López.
Iván Archivaldo, considerado uno de los líderes más visibles, ha sido señalado por autoridades estadounidenses como figura central en el tráfico de drogas, particularmente cocaína y fentanilo. Jesús Alfredo, conocido como "El Alfredillo", ha mantenido un perfil más discreto, aunque también ha sido vinculado con operaciones del cártel. Ovidio, alias "El Ratón", se convirtió en el rostro más mediático tras el "Culiacanazo".
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El ascenso criminal de "El Panu"
Óscar Noé Medina González no era un operador menor. Las autoridades estadounidenses lo identificaron como uno de los principales mandos de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar. Su función consistía en supervisar a los comandantes regionales, coordinar sicarios, blindar rutas de tráfico de fentanilo y ejecutar acciones violentas contra rivales y fuerzas del orden.
La Administración para el Control de Drogas (DEA) ofrecía cuatro millones de dólares de recompensa por información que condujera a su captura. Para Estados Unidos, "El Panu" formaba parte de la estructura responsable de la expansión territorial del Cártel de Sinaloa en estados como Chihuahua, Sonora, Coahuila, Michoacán y Tamaulipas.
De Culiacán a Nueva York: acusaciones contra "El Panu"
En abril de 2023, Medina González fue acusado en el Distrito Sur de Nueva York por delitos relacionados con tráfico de fentanilo, posesión de armas de alto poder y conspiración para lavado de dinero. Las autoridades lo consideraban una pieza clave en la maquinaria criminal de "Los Chapitos".
Su historial incluía señalamientos por participar en torturas, ejecuciones de rivales y ataques contra instituciones, como agresiones a elementos de la Fiscalía General de la República y atentados contra oficinas gubernamentales en Chihuahua.

La muerte de "El Panu"
Óscar Noé Medina González fue asesinado en diciembre de 2025 durante un ataque armado en la Zona Rosa de la Ciudad de México. Autoridades confirmaron su muerte tras una balacera ocurrida en un restaurante, un hecho que volvió a poner su nombre en la agenda pública.
Su asesinato reavivó el interés sobre su papel dentro del Cártel de Sinaloa y su participación en episodios clave como el "Culiacanazo".
A más de cinco años del operativo fallido, el "Culiacanazo" sigue siendo un punto de referencia obligado en el debate sobre seguridad en México. El evento evidenció la capacidad del crimen organizado para reaccionar de manera inmediata y coordinada, así como la vulnerabilidad de las ciudades ante este tipo de ofensivas.
El primer intento de captura de Ovidio Guzmán no sólo fracasó, sino que redefinió la narrativa sobre la lucha contra el narcotráfico. La presencia de figuras como "El Panu" durante el "Culiacanazo"mostró el nivel de organización interna de "Los Chapitos" y la complejidad de enfrentarlos.
Culiacán volvió a la normalidad días después, pero el recuerdo de aquel jueves permanece. El "Culiacanazo"se convirtió en símbolo de un momento en el que el Estado retrocedió para evitar una masacre, dejando una huella profunda en la memoria colectiva y en la historia de la seguridad nacional.

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