CUESTIONADO EN REDES
"No puedo hablar": Asistente a marcha "apartidista" de la Gen Z dice que por órdenes "políticas" no puede dar declaraciones
Un asistente de la marcha Gen Z afirmó tener “órdenes políticas” para no dar declaraciones, desatando dudas sobre la naturaleza apartidista del movimiento.
La segunda movilización convocada por la autodenominada Generación Z avanzaba de forma tranquila sobre Paseo de la Reforma cuando un momento captado en video cambió por completo el tono de la conversación pública.
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El reportero Manuel Pedrero, del canal Son Máscaras, se acercó a una pareja que caminaba dentro del contingente para cuestionarlos sobre su presencia en la marcha. Tras recibir un gesto de negación por parte de la mujer, dirigió su pregunta al acompañante, quien llevaba gorra y gafas oscuras.
La interacción parecía rutinaria, pero su respuesta encendió la polémica: “tenemos órdenes políticas que no”, dijo mientras continuaba avanzando sin detenerse. La frase, breve y contundente, bastó para detonar sospechas sobre el auténtico carácter de la movilización, que se había promovido como un ejercicio ciudadano y sin partidos.
Redes sociales cuestionan: ¿marcha apartidista?
Tras la difusión del video, usuarios en plataformas digitales comenzaron a replicarlo con comentarios de incredulidad y burla. Entre los más compartidos se encuentran:
- “¿Tienen órdenes políticas? O sea que lo de apartidistas también ya valió gorro. Jaja!”.
- “Esos ni Gen Z son”.
- “Como dice el dicho el pez por su boca muere”.
- “Tan así los manipulan que no les permiten ni hablar; que bueno que aquellos a quienes representan ejercen su libertad de expresión”.
- “Órale. El PAN ya les ordenó no dar declaraciones, esto porque se dieron cuenta que sus acarreados están bien pndjos y sólo la riegan, así como al marguno”.
Los mensajes evidenciaron que, para buena parte del público, la declaración del joven no solo generó sospechas, sino que reforzó la narrativa de una movilización encabezada o dirigida por intereses partidistas. En un momento donde la autenticidad del movimiento juvenil es constantemente cuestionada, el incidente aportó material para alimentar la duda colectiva.
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La marcha en contexto: presencia moderada y operativo de seguridad
Más allá de la controversia, la movilización avanzó de manera pacífica. El contingente, compuesto por personas de todas las edades, partió del Ángel de la Independencia con una asistencia estimada de alrededor de 200 personas. Elementos policiales acompañaron el recorrido como parte del operativo por el desfile cívico-militar del 20 de noviembre.
Durante la movilización se registraron diversos puntos de control: a la altura de la Glorieta de las Mujeres que Luchan, policías instalaron una barricada previa al desfile.
Las autoridades solicitaron que los manifestantes no ingresaran al Zócalo hasta que finalizara dicho evento.
El secretario de Gobierno, César Cravioto, confirmó la retención de cuatro personas encapuchadas que portaban palos, los cuales fueron asegurados.
En Ciudad Universitaria, por otra parte, la convocatoria paralela no tuvo éxito. La explanada de la Biblioteca Central permaneció vacía pese al llamado para iniciar una marcha interna hacia Rectoría. Estudiantes consultados afirmaron desconocer la convocatoria y señalaron que el movimiento era ajeno a su comunidad.
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