- 10 de noviembre de 2025
A un año del ataque armado que dejó ocho muertos en el bar Los Cantaritos, las familias de las víctimas siguen exigiendo justicia. Las investigaciones avanzan lentamente y los presuntos responsables aún no enfrentan una sentencia firme.

Hace un año, la tranquilidad del Centro Histórico se rompió con una ráfaga de balas. La noche del 9 de noviembre de 2024, un grupo armado irrumpió en el bar Los Cantaritos, ubicado a unas cuadras del corazón de la ciudad, y abrió fuego contra los clientes. El saldo fue trágico: 10 personas asesinadas y 13 heridas.
¿Qué sucedió tras el ataque en Los Cantaritos?
De acuerdo con las autoridades, los atacantes pertenecían al Cártel de Santa Rosa de Lima y su objetivo era Fernando "N", alias "La Flaca", presunto operador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El ataque, explicó el entonces secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, formó parte de una disputa territorial entre ambos grupos criminales, derivada de actividades relacionadas con el robo de combustible.
Tras el atentado, los agresores abandonaron y calcinaron el vehículo en el municipio de El Marqués, confirmando la operación planificada del grupo armado. El caso estremeció a Querétaro, una entidad que hasta entonces presumía de estabilidad y bajo índice delictivo.

Tres detenidos y ninguna sentencia
A un año del ataque, solo tres personas han sido imputadas por la masacre, aunque ninguna ha recibido sentencia. El presidente del Tribunal Superior de Justicia, Braulio Guerra Urbiola, informó que la investigación complementaria concluyó el 30 de octubre y que la Fiscalía General del Estado deberá presentar su acusación formal antes del 19 de noviembre.
La audiencia intermedia permitirá a la Fiscalía presentar las pruebas que sustenten los cargos por homicidio calificado y tentativa de homicidio. Según el fiscal Víctor Antonio de Jesús Hernández, los responsables podrían enfrentar hasta 50 años de prisión por cada víctima fallecida.
En marzo de 2025, las autoridades lograron la detención de José Francisco "N", alias "Alfa 1", señalado como líder de la célula "Escorpiones" del Cártel del Golfo, vinculada con el grupo agresor. Sin embargo, familiares de las víctimas aseguran que la justicia avanza con lentitud.

Refuerzan la vigilancia, pero el miedo no se disipa
Tras la masacre, el gobierno estatal ordenó reducir el horario de bares y antros hasta la 1:00 de la madrugada y reforzar la videovigilancia en zonas de alta afluencia. Nueve meses después, las autoridades restauraron el horario habitual, hasta las 3:00 a.m., pero con la condición de que los establecimientos instalaran cámaras conectadas al sistema CIIAS para registrar los rostros de los asistentes.
El secretario de Gobierno, Eric Gudiño, aseguró que estas medidas buscan evitar tragedias como la de Los Cantaritos. Sin embargo, especialistas en seguridad, como David Saucedo, advierten que los cárteles podrían estar "calentando la plaza", una táctica para sembrar miedo y controlar nuevos territorios.

Para muchos queretanos, el caso Los Cantaritos marcó un punto de inflexión. Mostró que la violencia del crimen organizado puede irrumpir incluso en lugares donde se creía que no tenía presencia. Hoy, a un año de la masacre, la exigencia es clara: justicia para las víctimas y garantías de que no volverá a ocurrir.
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