- 23 de octubre de 2025
El mensaje de Yusvely Núñez en redes sociales antes de morir reabre el debate sobre la salud mental, la violencia intrafamiliar y la falta de escucha.

La tarde del 22 de octubre de 2025, una escena conmocionó a Puebla. Desde el puente peatonal que cruza la Vía Atlixcáyotl, una joven de 20 años, identificada como Yusvely Marianny Núñez Rodríguez, perdió la vida al caer desde lo alto.
Nacida en Venezuela, Yusvely vivía en Cuautlancingo y había llegado a México en busca de oportunidades. Sin embargo, su historia terminó en circunstancias trágicas que hoy abren una conversación urgente sobre salud mental, violencia y acompañamiento emocional.
Horas antes del hecho, la joven publicó en Instagram un mensaje que conmovió a miles de personas:
"¡Hola a todos! jeje. Esta es mi última publicación y les quería dejar un mensaje de que los quiero mucho, échenle muchas ganas a la vida. Yo muchas veces creí que tenía potencial para algunas cosas, pero me terminé convenciendo de que no. La vida es bonita, adoro vivir y sentir los rayitos de sol en mi piel y las gotas de lluvia en mi cabello".
En ese texto —escrito con ternura, humor y tristeza— se reflejan las contradicciones de quien lucha contra el dolor y la desesperanza.
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Una carta que pide ayuda entre líneas
Yusvely reconoció haber vivido momentos difíciles, especialmente por la falta de apoyo familiar y experiencias de violencia que marcaron su infancia. En su mensaje, escribió:
"Cada día que pasaba mi cuarto se volvía una habitación de putrefacción, acumulación, mal olor, vergüenza, miedo, lujuria, decepción, ansiedad y desesperación, entrar a mi habitación era como ver una mente desastrosa.
Más adelante, compartió un testimonio que revela una herida profunda:
"(...) Aunque a veces te contaba cosas y sentía que no me prestabas mucha atención, como que hubo abuso s*xu*l de parte de mi hermano y ni siquiera me preguntaste cómo me sentí o te sentaste a hablar conmigo, solo me regañaste y me preguntabas: ¿Y tú por qué no me dijiste eso? Era solo una niña".
El mensaje no es sólo una despedida: es una denuncia y un grito silenciado. En su relato se mezclan las emociones de una joven que pedía comprensión, acompañamiento y un entorno libre de violencia.
Su carta finaliza con un mensaje esperanzador que, paradójicamente, ha sido adoptado por muchos usuarios como un recordatorio de empatía:
"Al resto pues, lo amo mucho, gracias jejeje. La vida es bella, aprovéchala tontito. Párate de la cama de depresión y sal a ver la nubes. Te amo".

Reacciones y reflexión colectiva
El caso generó una ola de conmoción en redes sociales. Cientos de personas compartieron mensajes sobre la importancia de escuchar sin juzgar y acompañar a quienes muestran señales de tristeza o aislamiento.
- "Si las personas supieran el poder que tienen con simplemente ser amables con alguien, dar los buenos días, no ser groseros o pedantes, tratar de incluir, compartir algo, escuchar, estar atentos...", escribió una usuaria en X.
Otros mensajes recordaron que la violencia no siempre deja moretones, sino que también se manifiesta en la indiferencia y el silencio.
- "¿Tu hija te pide ayuda y la ignoras?".
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Líneas de apoyo y prevención
La historia de Yusvely no debe repetirse. Si tú o alguien que conoces atraviesa un momento difícil, existen líneas de atención gratuitas y confidenciales en México:
- Línea de la Vida: 800 911 2000 (24 horas)
- SAPTEL: 800 472 7835 (atención psicológica a distancia, 24/7)
- Centros de Integración Juvenil (CIJ) o servicios de salud mental del IMSS, ISSSTE o las Secretarías de Salud estatales.
Pedir ayuda no es una muestra de debilidad. Es una forma de resistencia y de cuidado hacia uno mismo.
El mensaje final de Yusvely —"sal a ver las nubes"— ha quedado grabado como una invitación a mirar el mundo con compasión.
Su historia no sólo duele: también nos recuerda la responsabilidad colectiva de construir entornos donde escuchar, acompañar y proteger la vida sea una prioridad.

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