- 24 de septiembre de 2025
El mecánico de 36 años descansaba en un camellón cuando las llamas lo alcanzaron. Presentaba quemaduras en más del 80% del cuerpo.

La cifra de víctimas mortales por la explosión de una pipa de gas LP en el Puente de la Concordia, Iztapalapa, sigue creciendo. La Secretaría de Salud capitalina confirmó el fallecimiento de Adolfo Franco Madrigal, un mecánico de 36 años que luchó durante 12 días por sobrevivir a las quemaduras que le dejó el incendio.
Con él y con Ali Yael González Aranda, estudiante de 18 años, y Geovana, de 21 años, la lista de muertos asciende ya a 30 personas.

¿Quién era Adolfo Franco Madrigal?
Adolfo no estaba de paso ni formaba parte del tráfico atrapado en la zona aquel 10 de septiembre. Era un trabajador del taller ubicado frente al puente, donde solía hacer "talachas" para sacar el día.
Esa tarde, cuando la carga de trabajo bajó, decidió recostarse en el camellón para escapar del olor a grasa y aceite de la vulcanizadora. Minutos después, la volcadura de una pipa cargada con 49 mil litros de gas LP transformó su siesta en una pesadilla.
Las llamas lo alcanzaron de inmediato. En videos tomados por testigos se le ve atrapado en medio del incendio, con el cuerpo prácticamente envuelto en fuego. Los médicos confirmaron que presentaba quemaduras en más del 80% de la superficie corporal, lo que complicó cualquier traslado fuera del Hospital Regional del ISSSTE Zaragoza.
Pese a la gravedad, Adolfo resistió casi dos semanas entre cuidados intensivos y sedación. Finalmente murió el 22 de septiembre. "El talachero", como lo llamaban algunos vecinos, fue despedido con tristeza por familiares y conocidos, que recuerdan la crudeza de que la rutina laboral de un hombre terminara marcada por una tragedia que pudo evitarse.
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La explosión en Iztapalapa ya deja 29 muertos
Mientras tanto, 16 personas continúan hospitalizadas, varias en estado crítico. Entre las víctimas mortales también se encuentran estudiantes y personal del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos No. 7, lo que ha convertido este siniestro en uno de los episodios más dolorosos para la comunidad de Iztapalapa y del oriente de la Ciudad de México.
La historia de Adolfo Franco pone nombre y rostro a una cifra que sigue aumentando. No solo fue "la víctima 29": fue un trabajador que buscaba un respiro en medio de su jornada, sin imaginar que ese lugar de descanso sería también el escenario de su tragedia.
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