- 20 de abril de 2025
Lo que debía ser una representación religiosa terminó en una escena de brutal violencia.

Una escena que debía simbolizar la fe, la penitencia y la redención, terminó convertida en una brutal agresión contra una mujer.
Durante una representación de la Pasión de Cristo en Pachuca, Hidalgo, al menos seis hombres disfrazados de "judíos" arremetieron con violencia extrema contra una participante vestida con un atuendo morado. El episodio, grabado en video y difundido en redes sociales, dejó clara una cosa: la violencia fue real, no parte del acto religioso.

"Camina, maldita": de la escenificación a la agresión
Las imágenes muestran a los sujetos jalando del cabello, golpeando y pateando a la mujer hasta hacerla caer. Aunque intenta levantarse, los agresores no se detienen.
"Camina, maldita", grita uno de ellos antes de volverla a tirar y arrastrarla por el suelo como si fuera un costal. Otro exclama: "¡Que muera!", mientras la arrastran escaleras arriba hacia una plataforma donde continúa la dramatización. El nivel de violencia es tan alto que es imposible justificarlo como parte de una representación teatral.

De acuerdo con testimonios de redes sociales, este epiosio ni siquiera tenía nada que ver con la representación de la Pasión de Cristo, por lo que se desconoce el motivo por el que la mujer fue golpeada por los individuos.
Hasta el momento se desconoce el estado de salud de la víctima y si presentó alguna denuncia en contra de los agresores, sin embargo, las redes sociales estallaron en contra de la violencia desmedida de la cual fue víctima la mujer.
Repetición del abuso en otras escenas
Este no fue el único acto violento registrado. En otro video difundido, se ve a un supuesto prisionero siendo golpeado con igual brutalidad por personas caracterizadas como romanos. A pesar de que intenta defenderse, termina en el suelo, azotado y pateado.
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Los videos han causado amplia indignación. Decenas de usuarios han cuestionado el nivel de violencia empleado en estas representaciones, donde lejos de mantenerse en el marco simbólico de la Pasión de Cristo, los actores parecen aprovechar el evento para desatar una furia desproporcionada, especialmente contra mujeres y personas en posiciones vulnerables dentro de la escena.
Hasta el momento, no se ha emitido un comunicado oficial por parte de las autoridades locales o de la organización encargada del evento. La ausencia de protocolos de seguridad y la falta de límites claros entre la representación y el abuso físico real han encendido las alarmas.
La Semana Santa no puede convertirse en excusa para la violencia disfrazada de tradición. Lo sucedido en Pachuca exhibe una línea que se ha cruzado peligrosamente. Lo que se anunció como un acto de devoción, terminó revelando una preocupante tolerancia a la brutalidad en nombre del rito.
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