- 18 de marzo de 2025
En una entrevista con Canal Once, la familia ex propietaria del Rancho Izaguirre negó que su parcela haya sido vendida bajo amenazas del crimen organizado.

En la última semana, el caso del Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, ha generado controversia debido a los hallazgos realizados en el lugar y a las versiones encontradas sobre su venta. Los descubrimientos de un centro de adiestramiento y posibles homicidios han provocado indignación y muchas preguntas, especialmente sobre la posible vinculación del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el despojo de la propiedad.
Sin embargo, la familia ex propietaria del rancho ha desmentido las acusaciones, asegurando que la venta fue una decisión libre y sin amenazas. Según un reporte de Emeequis, habitantes del ejido La Estanzuela aseguraron que en 2012 el CJNG despojó a Don Gerardo Ramírez, (nombre anónimo para proteger su identidad) del Rancho Izaguirre, bajo amenazas de muerte hacia una de sus hijas, quien en ese entonces era menor de edad.
Los testigos relataron que un grupo armado irrumpió en su hogar y obligó al dueño a vender la parcela, utilizando el conocido modus operandi de "plata o plomo". Sin embargo, la versión difiere de la proporcionada por la familia de Don Gerardo.

Familia desmiente amenazas y confirma venta por motivos personales
En una entrevista con Once Noticias, una de las hijas de Don Genaro Ramírez negó rotundamente que la venta de la propiedad se realizará bajo amenazas del crimen organizado. La familia aseguró que en 2012, el terreno fue vendido a una mujer interesada en instalar una fábrica de molienda de pastura, y que la decisión de vender la tierra estuvo motivada por problemas de salud de Don Gerardo.
Además, la familia resaltó que, en ese entonces, sus hijas ya eran adultas y no estaban involucradas en la transacción. La hija del ex propietario también expresó su sorpresa ante la publicación de Emeequis y las acusaciones de intimidación.
"Nos mandaron un video con puras mentiras", afirmó, refiriéndose al reportaje en el que se aseguraba que Don Genaro había sido presionado para vender su parcela.
Investigaciones en curso y temor por su seguridad
La familia de Don Genaro colaboró con las autoridades, entregando toda la documentación necesaria para probar que ya no son los dueños del Rancho Izaguirre. Sin embargo, el tema ha puesto en riesgo su seguridad.
Ahora, la familia teme por su bienestar, ya que las acusaciones falsas de intimidación podrían ponerlos en una posición vulnerable. "Nada más pedirles de favor que respeten a mis padres, que son mayores de edad y están enfermos", dijo la hija de Don Genaro.
A pesar de las versiones encontradas sobre el caso, la familia insiste en que el terreno fue vendido de manera legítima, sin la intervención de grupos criminales, y que la seguridad de los miembros de la familia ahora es una de sus principales preocupaciones.
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