- 13 de marzo de 2025
El CJNG ha adaptado la brutal técnica global conocida como matanza de cerdos para captar jóvenes con falsas ofertas de trabajo y convertirlos en sicarios.

El Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, se ha convertido en una sombría evidencia de la brutalidad del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este lugar, situado a menos de 60 kilómetros de Guadalajara, funcionaba como centro de reclutamiento y entrenamiento criminal, donde jóvenes eran transformados en sicarios mediante métodos inhumanos.
En el rancho se hallaron tres crematorios clandestinos, restos óseos y alrededor de 400 prendas y objetos personales, desde mochilas y maletas hasta fotografías y cartas. El hallazgo, hecho por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, se dio gracias a una denuncia anónima, y pronto se convirtió en un símbolo del horror que enfrentan las familias de los desaparecidos.

El Rancho Izaguirre operaba como una "escuelita del terror". Jóvenes eran atraídos con falsas ofertas de trabajo y, una vez capturados, se les sometía a entrenamientos brutales. En el lugar se encontraron aparatos de entrenamiento, libretas con apodos y listas de reclutas, confirmando el papel del rancho en la conversión forzada de civiles en sicarios.
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¿En qué consiste la "matanza de cerdos"?
De acuerdo con el periodista Óscar Balderas de diario Milenio, el CJNG adaptó una estrategia criminal global conocida como "matanza de cerdos" (pig butchering), originalmente utilizada para estafas financieras, y la convirtió en una técnica de reclutamiento forzado. Este modelo implica engañar a las víctimas con falsas ofertas laborales, atrayéndolas a citas donde posteriormente desaparecen.
La Interpol ha advertido sobre este método, describiéndolo como un modelo de explotación humana que comenzó en Asia y se ha expandido a nivel mundial. En México, el CJNG ha perfeccionado esta técnica, creando una red de reclutamiento a través de anuncios falsos en redes sociales. Jóvenes atraídos por promesas de empleos bien remunerados desaparecen tras acudir a entrevistas, siendo forzados a ingresar a las filas del crimen organizado.

En entrevista con el medio citado, Jorge Ramírez, profesor de Sociología en la Universidad de Guadalajara, advierte: "En Facebook suelen colocar anuncios que a veces son explícitos, pero son encubiertos como ofertas de empleo para guardias de seguridad, asistentes de oficina o ayudantes de limpieza". Esta táctica ha resultado en la desaparición de numerosos estudiantes, sumándose a la crisis de violencia en Jalisco.
La matanza de cerdos no solo destruye vidas; también perpetúa la existencia del crimen organizado, creando una reserva de jóvenes reclutados a la fuerza. La brutalidad y eficacia de este modelo lo han convertido en una amenaza global, y México se encuentra en el epicentro de esta tragedia.
Testimonio de una madre que busca a su hijo
Robert Esteban Reyes Cruz, un joven de 16 años del Estado de México, desapareció a finales de marzo de 2024 tras aceptar una supuesta oferta de trabajo como pintor en Guadalajara, Jalisco.
Su madre, Verónica Cruz, teme que su hijo haya sido reclutado por el CJNG y trasladado al rancho Izaguirre recientemente descubierto en Teuchitlán, donde se presume que se llevaban a cabo entrenamientos forzados y actividades de exterminio.

En entrevista con Azucena Uresti en Radio Fórmula, Verónica Cruz relató la última conversación que tuvo con su hijo antes de su desaparición:
"Mi hijo se va a finales de marzo de 2024 a trabajar de pintor en Guadalajara. Él me dice: ´mamá, voy a trabajar de pintor´, y yo le digo: ´no hijo, no te vayas, ¿cómo crees que te vas a ir?´ ´Sí mamá, me está invitando un amigo´". Aunque el joven prometió mantenerse en contacto y compartir su ubicación, pronto su comunicación se volvió esporádica.
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Robert llegó a Guadalajara y mantuvo contacto con su madre a través de mensajes de WhatsApp. Sin embargo, cuando Verónica le preguntaba detalles sobre el trabajo, él dejaba de responder. A finales de abril, el silencio se volvió total, hasta que días después su hermana recibió un mensaje donde el joven mencionaba haber sido herido por un rozón de bala.
Preocupada, Verónica y su esposo acudieron a la Fiscalía del Estado de México para reportar la desaparición, pero al intentar ampliar la búsqueda en Jalisco se encontraron con trabas burocráticas. Las autoridades locales les informaron que no podían recibir la denuncia sin una solicitud formal de colaboración entre estados, dejando a la familia en un limbo de desesperación.
La incertidumbre se intensificó cuando la familia comenzó a recibir mensajes anónimos. En uno de ellos, la hija de Verónica fue informada de la presunta muerte de Robert en un enfrentamiento. "Hola, buenos días. Soy un amigo de tu hermano Harry, solo quería informarte que le pasó a mi compañero, lo perdieron en un topón y, pues, falleció... la verdad, perdón que te dé así la noticia, lo lamento".
Pese a estos mensajes, la familia no ha recibido confirmación oficial sobre el paradero o destino de Robert.
En una de las últimas llamadas que logró hacer, Robert le confesó a su hermana haber sido engañado con una oferta de trabajo y obligado a integrarse como sicario. Desesperado, relató que uno de sus compañeros había sido asesinado y que temía correr la misma suerte. "Yo me alcancé a aventar al piso, y si no salgo de aquí los voy a cuidar desde el cielo", habría dicho el joven.
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