Ejecutan a policía municipal en Culiacán; horas antes fue "levantado" junto a su familia por grupo armado

El hallazgo del cuerpo sin vida del policía municipal Ismael "N" en la sindicatura de Costa Rica, Culiacán, marcó un nuevo episodio de violencia en Sinaloa.

El oficial fue secuestrado junto con su esposa e hijo de cinco años durante la madrugada del 2 de febrero, cuando un grupo armado irrumpió en su domicilio. Horas después, el agente fue encontrado sin vida en la carretera Culiacán-Eldorado, acompañado de una cartulina con un mensaje presuntamente vinculado a grupos delictivos. 

Esto es lo que sabemos del caso del policia municipal Ismael "N"

Según reportes extraoficiales, el mensaje contenía amenazas dirigidas a mandos policiacos de la región, aunque no se identificó a ninguna organización en particular.

Tras el hallazgo, elementos de la Policía Municipal, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano acordonaron la zona y restringieron la circulación en la vialidad, mientras peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaban el levantamiento de pruebas. Hasta el momento, no hay detenidos por el crimen.  

El asesinato de Ismael "N" se suma a la emboscada ocurrida el 31 de enero contra elementos de la Policía de Investigación (PDI) de Sinaloa, en la que perdió la vida el agente Juan Manuel Andrade Íñiguez.

En el ataque, perpetrado sobre el bulevar Paseo Ganadero, otro agente, Héctor Ricardo Acosta, resultó gravemente herido y será sometido a cirugía en los próximos días. La FGE coordinó el traslado del cuerpo de Andrade Íñiguez a Nayarit, su estado natal, para que su familia pudiera despedirlo.  

Estos hechos han encendido las alarmas sobre la creciente violencia contra las fuerzas de seguridad en la entidad. La falta de información oficial sobre los responsables de ambos ataques refuerza la incertidumbre en la región, donde la pugna entre grupos criminales mantiene un clima de inestabilidad.  

Mientras tanto, la comunidad policiaca y sus familias exigen justicia y mayor protección ante la creciente ola de agresiones contra los cuerpos de seguridad. Las investigaciones continúan, pero la impunidad sigue siendo un obstáculo en la lucha contra la violencia que golpea a Sinaloa.

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