Alumno pierde ojo tras ataque con vidrio y piden apoyo para una segunda cirugía

El horror ocurrido en la primaria Juan Escutia en Mixquiahuala, donde un estudiante de segundo año perdió su ojo derecho tras ser atacado con un vidrio por uno de sus compañeros, sigue dejando estragos. A medida que Miguel lucha por recuperarse, su familia enfrenta dificultades económicas y un vacío de responsabilidad por parte de las autoridades educativas donde ocurrieron los hechos. 

El fatídico incidente ocurrió el pasado 27 de febrero dentro de las instalaciones escolares, donde Miguel fue brutalmente agredido en el ojo con un fragmento de vidrio por otro estudiante. A pesar de los esfuerzos médicos realizados en el Instituto Mexicano de Oftalmología de Querétaro, los doctores no pudieron salvar el ojo del joven, que quedó gravemente dañado.

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Luz Belén Plata, madre de Miguel, recordó con angustia el momento del ataque, describiendo cómo el vidrio perforó la córnea de su hijo, causándole una lesión severa e irreversible. A medida que el pequeño se enfrenta a la dura realidad de la pérdida de su ojo, aún debe someterse a una segunda cirugía para corregir complicaciones derivadas del primer procedimiento.

"Literalmente, su ojito se partió a la mitad, de lado a lado", comentó la madre, visiblemente afectada por la tragedia que ha golpeado a su familia. Explicó que la segunda intervención quirúrgica es crucial para retirar cataratas y reemplazar el lente dañado, pero las dificultades financieras han obstaculizado su acceso a la atención médica necesaria.

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Aunque las autoridades educativas se han acercado para ofrecer su apoyo, la familia de Miguel se enfrenta a un nuevo obstáculo, el director de la escuela, quien se ha negado a colaborar y asumir la responsabilidad por el ataque sufrido por el estudiante. Esta falta de cooperación ha dejado a la familia sola en su lucha por la justicia para Miguel.

Ante la situación que enfrenta la familia del menor, ha organizado una kermés benéfica para recaudar fondos y financiar la segunda cirugía necesaria para su hijo. La solidaridad de la comunidad ha sido generosa, pero la necesidad sigue siendo grande, ya que los costos médicos continúan acumulándose y se vuelven urgentes. 

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