- 15 de julio de 2021
Muchos lo conocen como el doctor, dicen que le gustan los negocios y el poder. Para los primeros ha salido extremadamente bueno, pero en la política no ha corrido con la misma suerte.

Carlos Lomelí Bolaños es un médico y empresario que nació a 200 kilómetros de Guadalajara, en el municipio de Mascota. Se presenta como un hombre que viene de la cultura del esfuerzo, un empresario formado desde abajo, que ha conformado un emporio farmacéutico, sin embargo, le ha sido sumamente difícil disipar los nubarrones que forman diversas acusaciones sobre presuntas actividades ilícitas, de tráfico de influencias y evasión de impuestos.
Lo que sin duda sí es, es un hombre resiliente y perseverante pues en cada intento por alcanzar un cargo de elección popular, su pasado, las denuncias nuevas y viejas, parecen pesar e influir en las derrotas que suma elección tras elección.
Así sucedió en 2018, cuando buscó la gubernatura de Jalisco por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y fue derrotado por el actual gobernador, Enrique Alfaro; pero también cuando perdió su primer intento de llegar al Senado, en 2006 y en la segunda derrota, en la elección de 2012, ambos intentos con el Partido de la Revolución Democrática (PRD)

Los antecedentes pesaron, incluso, cuando perdió la contienda interna de 2006 en el PRD para la candidatura al gobierno del estado de Jalisco. Así, colecciona candidaturas y siglas partidistas.
Pero esta vez, todo parece indicar que los astros se alinean y, a tres días de que venciera el plazo que dio el Comité Ejecutivo Nacional de Morena para la inscripción de sus aspirantes a presidentes municipales para Jalisco, llegó la ansiada resolución del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) que canceló la inhabilitación de 2 años y seis meses, así como la multa de un millón 51 mil pesos, impuestas por la Secretaría de la Función Pública, en septiembre de 2019 a la empresa Lomedic, lo que le permitió inscribirse en el proceso de selección interna de Morena.
Que lejos estoy del pueblo donde he nacido
Hoy el doctor Lomelí busca la candidatura a la presidencia municipal de Guadalajara, ciudad en la que vivió su niñez y adolescencia, pero, en 2015, cuando llegó como diputado federal plurinominal por el distrito 4, se definió como zapopano, ciudad en donde conformó su imperio.
Y quizá para no perder influencia en la tierra que adoptó como propia, su hijo, Carlos Lomelí Abundis, se apuntó como aspirante de Morena a la alcaldía de Zapopan, donde actualmente es regidor el ex secretario particular de Lomelí Bolaños, José Hiram Torres. De esta forma, todo queda entre familia y amigos.
Para los Lomelí, el tema de fondo es servir desde donde sea, quizá esa es la razón de que padre e hijo busquen las candidaturas a las alcaldías de Guadalajara y Zapopan pero, por aquello de que el triunfo nunca se le ha dado, el doctor Lomelí decidió inscribirse también en la tómbola para buscar una de las candidaturas plurinominales a diputado federal. Alguna de las dos debe pegar para poder seguir soñando en una tercera oportunidad para buscar la gubernatura del estado.
Aunque, hay que decirlo, el tema no es estar dentro del presupuesto pues siempre queda la red que significa continuar en el negocio farmacéutico en donde le va muy bien.
Cuando el río suena
Lomedic S.A. de C.V. se fundó en 1999 y para 2010, era ya la cuarta empresa farmacéutica más importante de abastecimiento al sector público.
Su primera apuesta política se dio en 2006, y apuntó alto: la candidatura del PRD a la gubernatura del estado de Jalisco.
Derrotado como precandidato, tampoco pudo ganar como candidato al Senado. Para 2007, luego de sus dos primeros intentos fallidos por obtener la confianza ciudadana para acceder a un cargo de elección popular, regresó a los negocios y a la adquisición de propiedades.
Aquel año se hizo de al menos 8 casas, 1 departamento y un automóvil de lujo de más de medio millón de pesos. Después vino un terreno, más casas y un yate Carver.
Asimismo, vinieron los primeros señalamientos por venta con sobreprecio e incumplimiento en el abastecimiento de diversos medicamentos para los beneficiarios del hoy desaparecido programa federal Seguro Popular que derivaron, según señalaron medios de comunicación en aquellos años, en la revocación del contrato con Lomedic porque miles de familias pobres que no recibieron sus medicinas.
Fue, en este contexto, que llamó la atención del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Entre 2008 y 2012 fue investigado bajo la sospecha de que tenía vínculos con un cártel que traficaba metanfetaminas hacia Estados Unidos.
Hacia 2012 cuando estaba a punto de embarcarse en su segunda derrota por un escaño en el Senado de la República, su empresa, Lomedic fue retirada del listado de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos.
El 1 de julio de 2012, Lomelí Bolaños, sumó una nueva derrota electoral y muchos millones de pesos a sus cuentas, por lo que abrió la chequera para adquirir nuevos edificios y más terrenos, así como una nueva empresa: Laboratorios SOLFRAN. También es el año en que sus colaboradores y familiares comenzaron a fundar empresas ligadas al tema de la Salud y los medicamentos.
Entre ellos destaca José Hiram Torres Salcedo quien fundó Abisalud al tiempo que trabajaba para el doctor Lomelí en la empresa Proveedora de Insumos Hakeri.
Más amarrado
Durante los gobiernos de Acción Nacional, Carlos Lomelí continuó haciendo negocios y amigos, como el panista José Luis Gómez Quiñones, quien fue director del Seguro Popular en Jalisco y fue investigado por desfalco durante su gestión.
Nuevamente corrían días electorales y en aquel 2015 regresaron los señalamientos contra Lomelí, especialmente por los más de 2 mil millones de pesos que recibió de contratos de su amigo Gómez Quiñones entre 2007 y 2013.

Sin embargo, las condiciones y los aliados eran otros. El PRD había quedado atrás y ahora defendía los colores de Movimiento Ciudadano y a su líder más visible, el entonces candidato a presidente municipal de Guadalajara, Enrique Alfaro a quien, afirman, Lomelí le financió la campaña que lo puso en ruta a la gubernatura tres años después.
En 2015 no había pierde, su amigo Alfaro no solo lo defendió, sino que lo colocó en el número uno de la lista de candidatos plurinominales así que, aunque perdió la elección como candidato de mayoría relativa, llegó por la vía plurinominal a la Cámara de Diputados en la LXII Legislatura.
Ya acostumbrado a los escándalos, siendo diputado federal fue vinculado nuevamente al crimen organizado. Esta vez, a una red de lavado del cártel de Raúl Flores Hernández a través de otra de sus empresas: "Servicios Educativos y de Negocios, S. de R.L. de C.V", la cual fue fichada por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por su sigla en inglés) del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Solo tres años después, en 2018, se agotó la lealtad a MC y la amistad con Enrique Alfaro, Morena lo convirtió en su candidato a gobernador. Todo estaba listo para subirse a la ola triunfadora que protagonizó en casi todo el país el Partido Movimiento de Regeneración Nacional en aquella histórica elección del 1 de julio de 2018.
Previo a la elección intento disipar acusaciones y señalamientos. Movió mar y tierra, para desaparecer sus antecedentes penales y la ficha signalética que da cuenta de su detención y sentencia por posesión de arma de fuego en 2002, sin embargo, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal rechazó la solicitud bajo el argumento de que el documento no violenta sus derechos.
Por los antecedentes, por errores de campaña, el empuje de Morena no fue suficiente y aquel domingo de julio, Enrique Alfaro derrotó a Carlos Lomelí por casi medio millón de votos, dejándolo en el camino.
Tantas campañas, propias y ajenas, no mermaron el patrimonio del doctor Lomelí que para 2018, reportó un patrimonio valuado, en casi 200 millones de pesos, de acuerdo con la declaración 3 de 3 que hizo pública en aquel año y que contempla terrenos, edificios, departamentos y casas en Zapopan, Puerto Vallarta, Guadalajara, Tlaquepaque, en Jalisco y una casa en Texas, Estados Unidos.
Ese mismo año, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador presentó a los 32 coordinadores estatales encargados de implementar los programas sociales del gobierno que estaba por comenzar. Fue así como Carlos Lomelí Bolaños se convirtió en el representante del gobierno federal en Jalisco.
Sin embargo, en julio de 2019, un año después de su nombramiento, cuando el presidente López Obrador concluía una gira por Jalisco, Lomelí Bolaños renunció a su cargo como delegado de Programas de Bienestar en Jalisco, para enfrentar una investigación de la Secretaría de la Función Pública por nepotismo y conflicto de interés.
Toda esta información se hizo pública a partir de tres reportajes investigados por la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y publicados junto con diversos documentos que exhibían que Lomelí operaba con una red de al menos 9 empresas que venden medicamentos y no solo comparten direcciones fiscales, sino directivos.
La investigación del Gobierno federal fue por un presunto conflicto de interés por tener participación, tanto él como su esposa, en las compañías Solfran y Lomedic, empresas que consiguieron contratos por más de 160 millones de pesos con el gobierno federal.
Tras la investigación, amparos presentados, el TJFA determinó que el empresario no era socio de la compañía desde 2012, cuando donó sus acciones a su esposa, por lo que no era necesario que se pidiera autorización a la SFP para participar en la licitación. Unos días después del anuncio, algunos diarios revelaron que los representantes de la Secretaría de la Función Pública o sólo no acudieron a la audiencia inicial, sino que al momento de tener que presentar las pruebas para sostener su denuncia, no presentaron ni una.
El resto, es historia en marcha. El doctor Carlos Lomelí va por el cuarto intento y ve, en Guadalajara, el camino empedrado que lleva directamente a la candidatura a la gubernatura del estado, otra vez.