Isabel Miranda de Wallace, activista y política, es investigada por la Fiscalía General de la República (FGR) a causa de la supuesta fabricación de pruebas en el secuestro y asesinato de su hijo, Hugo Alberto Wallace Miranda, el cual ocurrió en el año 2005 y por el que seis personas fueron juzgadas y encarceladas.
Una de aquellas personas que fue sentenciada por el caso Wallace es Brenda Quevedo, una mujer que actualmente tendría 40 años y que platicó con la periodista Anabel Hernández acerca de las irregularidades que se presentaron en el caso, aparte de una supuesta campaña de desprestigio emprendida por la misma Isabel Miranda de Wallace.
En noviembre de 2020, Anabel Hernández publicó una columna titulada 'Brenda Quevedo Cruz, crónica de una infamia mexicana', donde se ofrecen pormenores del caso Wallace, narrados desde la perspectiva de una de las mujeres juzgadas. Así como las inconsistencias en el mismo caso.
Para empezar, en julio de 2005, Isabel Miranda de Wallace denunció que su hijo Hugo Alberto había sido plagiado y llevado un departamento en la CDMX, para luego ser asesinado y su cuerpo destazado con una motosierra. Lo cual sería una de las primeras inconsistencias, pues los testigos -quienes vivían en el mismo edificio- nunca escucharon tal ruido.
De acuerdo con Anabel Hernández, las autoridades tampoco habrían hallado indicios de sangre, pues según los testimonios, los restos fueron metidos en bolsas y arrastrados por el edificio. José Enrique del Socorro Wallace, esposo de Isabel, también habría dicho que el hijo de ambos desapareció, mas no que fue plagiado.
Tras el asesinato de su hijo, Isabel Miranda de Wallace comenzó a colocar carteles donde señalaba como los presuntos responsables a seis personas, entre las que se encontraba Brenda Quevedo, quien finalmente fue detenida en los Estados Unidos, el 28 de noviembre de 2007, para luego ser extraditada a México.
Luego de esta presunta detención arbitraria, basada en lo que serían pruebas fabricadas, Brenda fue llevada a un penal en Isla Mujeres donde fue torturada y abusada sexualmente para confesar un crimen que no habría cometido, según Anabel Hernández.
La otra versión de los hechos
Ricardo Raphael, un periodista y columnista de medios como Proceso, publicó la que sería una nueva versión de los hechos, lo anterior en un artículo titulado 'El inquilino y la señora Wallace', el cual fue publicado en mayo de 2021, donde afirma que hubo un "prestanombres" en el caso.
Según información del mismo Ricardo Raphael, Rodrigo Osvaldo de Alba Martínez habría sido un prestanombres de Isabel Miranda de Wallace, pues rentó un departamento en el mismo edificio donde supuestamente se cometió el asesinato de Hugo Alberto, entre octubre de 2005 y febrero de 2006.
Justamente fue durante un cateo, en febrero de 2006, cuando los agentes capitalinos hallaron una gota de sangre supuestamente del hijo de Isabel Miranda de Wallace (la cual después se determinó que era de una mujer) y una licencia vencida, las cuales no habían sido vistas por las mismas autoridades en un cateo previo.
Se especula con que Rodrigo Osvaldo de Alba Martínez habría sembrado las pruebas, pues meses antes de alquilar el departamento, había recibido un pago de Showposter Publicidad S.A. de C.V., una de las empresas de la familia Miranda de Wallace.
