FRENAN REGRESO A CLASES
Conmoción en Michoacán: estudiante de secundaria amenaza con arma blanca a su compañera
Una agresión entre alumnas destapó fallas en protocolos de seguridad y dejó al plantel sin clases antes de vacaciones.
El miedo se apoderó de una comunidad escolar en Zitácuaro, Michoacán, cuando una alumna de apenas 12 años fue señalada por agredir a una compañera y amenazarla con un arma blanca dentro de su escuela. El caso no sólo encendió las alertas entre padres y docentes, sino que también puso en duda el regreso a clases de decenas de estudiantes, luego de que la dirección del plantel suspendiera actividades en pleno cierre del ciclo.
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Los hechos ocurrieron en la Escuela Secundaria Técnica número 15, ubicada en la colonia La Encarnación. De acuerdo con denuncias de padres de familia, la menor, estudiante de primer grado, atacó físicamente a una compañera durante el mes de noviembre y posteriormente la intimidó con un objeto punzocortante que llevaba en su mochila.
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La menor estaba buscando conseguir una pistola
La situación generó temor inmediato entre alumnos y tutores, quienes señalaron la ausencia de protocolos eficaces para prevenir y atender la violencia escolar. La preocupación escaló cuando se dio a conocer que la alumna habría intentado coordinarse con otro estudiante para conseguir un arma de fuego y llevarla al plantel con la intención de causar daño.
Al enterarse de esta versión, los padres decidieron acudir a la Fiscalía General del Estado de Michoacán para presentar una denuncia formal, al considerar que la seguridad de sus hijos estaba en riesgo.
Sin embargo, el caso fue canalizado a través de un mecanismo alternativo de solución de conflictos, conocido como mediación, lo que provocó inconformidad entre las familias afectadas. Para los denunciantes, este procedimiento resultó insuficiente ante la gravedad de los hechos, pues consideran que se trató de un episodio de violencia que debía ser atendido con urgencia.
La tensión aumentó al interior de la escuela debido a la falta de respuestas claras por parte de la dirección. Padres de familia acusaron a la directora del plantel, Georgina Lozano Velasco, de omisión y de no aplicar sanciones académicas ejemplares. Ante este escenario, un grupo de tutores decidió manifestarse y bloquear el desarrollo normal de las clases, exigiendo medidas reales que garantizaran la seguridad de todos los estudiantes.
Un acuerdo con la CEDH
El pasado 9 de diciembre, personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de la región Zitácuaro, encabezado por Eder Carmona, acudió a la escuela para dialogar con los padres inconformes. Tras el encuentro, se acordó que la alumna involucrada sería dada de baja mediante su traslado a otro plantel, con el objetivo de no vulnerar su derecho a la educación y, al mismo tiempo, proteger al resto del alumnado.
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Pese a esto, la situación no se resolvió del todo. De acuerdo con los padres, la directora se negó a aplicar una sanción académica formal y optó por suspender las actividades escolares, decisión que quedó asentada en un oficio fechado el 10 de diciembre. Como consecuencia, los estudiantes quedaron sin clases durante las dos semanas previas al periodo vacacional.
Padres y madres temen que el conflicto afecte el calendario escolar y que el regreso a clases, programado oficialmente para el 12 de enero de 2026, no se concrete. Además, exigen la intervención de las autoridades educativas estatales para reforzar la seguridad, establecer protocolos claros contra la violencia y evitar que un hecho similar vuelva a poner en riesgo a los alumnos.
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