- 02 de diciembre de 2025
El recinto ubicado en la colonia Juárez en la Ciudad de México fue también el Cine Versalles e inaugurado por Jorge Negrete
Así luce hoy el Teatro Silvia Pinal, un recinto con casi tres cuartos de siglo de historia que, en el primer año luctuoso de la última gran diva del cine mexicano, vuelve a colocarse en el centro de la memoria cultural del país.
La historia del inmueble comenzó el 17 de octubre de 1950, cuando se colocó la primera piedra en Versalles 27, en la colonia Juárez. Su origen no fue casualidad: nació de una lucha de más de dos décadas encabezada por trabajadores del cine que buscaban proteger su oficio y dignificar sus condiciones laborales.
Cine Versalles antes de ser Teatro Silvia Pinal
Aquel día estuvieron presentes figuras esenciales del México artístico, como Jorge Negrete, entonces secretario general de la ANDA, y Cantinflas. Dos años más tarde, el 27 de junio de 1952, el presidente Miguel Alemán inauguró oficialmente el espacio.
El proyecto corrió a cargo del arquitecto Gustavo M. Saavedra, quien concibió un edificio multifuncional: oficinas, áreas para trabajo continuo, un casino con billar y boliche, además de una sala de espectáculos que pronto se volvió punto de encuentro para las familias de los trabajadores.
Ahí nació el Cine Versalles, que comenzó con funciones gratuitas y, para 1956, abrió como cine formal con una cartelera que combinaba producciones nacionales e internacionales.
Durante la década de los setenta, el recinto amplió su alcance y comenzó a recibir obras de teatro y actividades escolares. Esa transición culminó en 1991, cuando reabrió como Teatro Diego Rivera con la puesta "Leticia y Amoricia", dirigida por José Luis Ibáñez.
Silvia Pinal trasladó su teatro a Versalles 27
El nombre actual llegaría años después, cuando Silvia Pinal adquirió el inmueble para trasladar ahí su propio teatro, que hasta entonces operaba en Yucatán 160, en la colonia Roma. En ese sitio —donde antes estuvo el Cine Estadio— la actriz había construido un espacio escénico que debió abandonar tras la venta del predio.
Hoy, el Nuevo Teatro Silvia Pinal mantiene un escenario italiano y 666 butacas, listo para recibir nuevas generaciones de espectadores. En este aniversario luctuoso, el recinto reabre su historia: un homenaje silencioso al legado de una mujer que marcó para siempre el cine, el teatro y la televisión mexicana.
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