- 16 de septiembre de 2025
Entre lágrimas y orgullo, Fernando Guevara abrazó a su madre y a su abuela en pleno desfile; el joven militar cumplió la promesa hecha a su padre fallecido.

El Desfile Cívico-Militar 2025 no solo marcó un hecho histórico por ser comandado por primera vez por una presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sino también por los momentos humanos que conmovieron a miles de asistentes. Uno de los episodios más emotivos fue el protagonizado por el militar Fernando Guevara, quien rompió el protocolo por unos segundos para abrazar a su madre, Danahí, y a su abuela. Ese instante se convirtió en símbolo de amor, promesa y sacrificio cumplido.
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En un video que circuló en redes sociales, se observa a Guevara descender de la camioneta en la que se transportaba con su escuadrón. Sin dudarlo, se acercó a donde lo esperaban su madre y su abuela, quienes apenas podían contener las lágrimas. El abrazo fue intenso, significativo y con emociones acumuladas de años.
No fue un gesto improvisado, detrás de ese momento existía una historia marcada por la pérdida y la esperanza. El padre de Fernando falleció hace algunos años con un anhelo muy claro: ver a su hijo dentro de las Fuerzas Armadas. Desde entonces, el joven se propuso cumplir esa promesa y hacer sentir orgulloso a su papá, incluso más allá de la vida.
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La promesa hecha realidad
Para Danahí, madre del soldado, el instante tuvo un doble significado. No solo se trataba de ver a su hijo desfilando en el Zócalo capitalino, sino también de constatar que el esfuerzo y el sacrificio de toda la familia habían valido la pena.
"Para él era un sueño y lo logró. Quiero decir que los sueños se cumplen; se lo propuso y aquí está", declaró emocionada. Con la voz entrecortada, recordó que su esposo siempre soñó con ese día, y aunque no pudo presenciarlo en vida, está convencida de que lo acompañó espiritualmente en cada paso.
La abuela de Fernando, también presente en el Zócalo, no pudo contener las lágrimas al abrazar al nieto que ahora porta con orgullo el uniforme militar. Para ella, aquel abrazo fue el cierre de un ciclo marcado por la ausencia del padre, pero también por la resiliencia de una familia que nunca dejó de luchar.
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Un desfile histórico
El Desfile Cívico-Militar de este año estuvo cargado de simbolismos. Además de conmemorar la Independencia de México, fue la primera vez en la historia que una mujer, la presidenta Claudia Sheinbaum, comandó a las Fuerzas Armadas.
En ese marco, la participación de jóvenes como Fernando Guevara adquirió un valor especial: la representación de miles de familias que ven en las Fuerzas Armadas un camino de honor, disciplina y servicio a la nación. El hecho de que la madre y la abuela pudieran presenciarlo desde las gradas y, más aún, abrazarlo en medio del acto, convirtió ese instante en un suceso inolvidable.
Aunque el padre de Fernando ya no está físicamente, su influencia sigue siendo un motor en la vida del joven soldado. Para Danahí, verlo desfilar fue una manera de honrar la memoria de su esposo y cerrar un ciclo de dolor con un triunfo familiar.
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