- 08 de junio de 2025
Con un humor incómodo y muy honesto, Diego Toussaint debuta en el FICG con una comedia sobre crecer sin rumbo.

¿Has sentido esa sensación de estar frente a un café frío, revisando tu cuenta bancaria y preguntándote si es más digno pedir prestado o volver a casa de tu mamá? No, gracias, ya no fumo, ópera prima de Diego Toussaint, captura ese momento con una agridulce precisión.
La película se estrena dentro de la competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), y lo hace con una sensibilidad que no cae en la autocompasión, pero tampoco se disfraza de cinismo. Es una comedia de crisis, pero también una carta de consuelo.

¿De dónde sale Nuria, protagonista de No, gracias, ya no fumo?
Nuria, la protagonista interpretada por Esmeralda Soto, tiene 24 horas para juntar lo de la renta y no volver con su mamá. Pero más allá de la trama, lo que se despliega es una radiografía emocional de una generación que parece saber todo y no saber nada al mismo tiempo.
La protagonista es el resultado de la suma de deudas, ansiedad, trabajos mal pagados y silencios incómodos con la familia. Es la hija de las crisis económicas y del mandato de ser feliz aunque todo se derrumbe. Diego Toussaint no la creó desde una hoja en blanco, sino desde el agotamiento y la experiencia propia.
"Hay muchas caricaturas de personas que conocemos, son actores que están siendo un estereotipo de personas que conocemos. Gente que se cree emprendedor, gente que trabaja en call centers, personas que se creen artistas [...] No es como que yo me fui a hablar con baristas para ver cómo se siente, sino yo tenía amigos que son baristas, yo lo he visto [...] "Yo trabajé una vez de barista para hacer cuando estaba en secundaria. Me quedaba horrible el café. No, no... yo creo que no era la persona ideal para ese puesto. Se me quemaba y todo", dice Diego Toussaint en entrevista con Quinto Poder.
Más allá del café mal hecho, lo importante es la sensibilidad para captar cada detalle de la precariedad cotidiana: "Cada vez que escuchaba dificultades, por ejemplo, una amiga me decía, ´No, pues una vez tuve que pegar mi zapato con pegamento,´ y yo lo anotaba. Dije, ´Okay, eso está mal, a mí me da la risa, es cagado, pero yo sé que para la persona no es chistoso y es dramático."
Ese desgaste cotidiano es lo que Toussaint convierte en núcleo de su comedia. Nuria no tiene un arco heroico. No descubre su propósito. No "crece". Lo único que intenta es resistir sin dejar de ser ella, aunque no sepa muy bien quién es. Y eso, en un mundo que exige certezas, ya es una forma de rebeldía.
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El corazón del filme está en su estructura de comedia, pero no en el sentido tradiconal. Para Toussaint, hacer reír es solo el primer paso: "la gente s erelaja y pum, te paga lo emocional, como doctor... te bajan las defensas".
Y funciona. Las risas iniciales se transforman en pequeños vacíos existenciales que se quedan zumbando cuando uno sale de la sala. Es cine que te ríes hoy y te pega mañana.
Ríes con ellos, pero también de ti
La película no se burla de los demás. Nos pone a todos bajo el mismo reflector, con la misma voz interna: ridículos y vulnerables.
Para que todo funcione, hace falta un elenco que no juegue a la comedia como sketch, sino como tragedia disfrazada. El director lo explica así: "el personaje tiene que estar creyendo que vive un momento superdramático... pero para ti, que estás afuera, te da risa".
Y añade sobre Esmeralda Soto: "ella es quien hace las expresiones de ´¿qué pedo con este mundo?´... necesitamos una ancla emocional".
Soto no solo sostiene la película: la convierte en espejo. Su Nuria no busca gustarte. Te aguanta, te confronta, y aun así, se queda contigo.
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No solo es cine. Es consuelo disfrazado de película
Aunque el guión es ágil y la puesta en escena dinámica, lo que Toussaint quiere dejar es algo más profundo: "Para mí es tratar de dar un abrazo a las personas... vas bien... está bien pedir ayuda".
"No, gracias, ya no fumo" es, al final, un refugio. No te resuelve la vida, pero te hace sentir menos solo mientras la enfrentas.
La película se proyectará los días 12, 13 y 14 de junio dentro del FICG 40. Habrá sesiones con presencia del director, el elenco y espacio para preguntas. Si alguna vez pensaste que estabas arruinando tu vida con un café de especialidad en la mano, esta película es para ti.
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