Un mundo para mí: la película que visibiliza la intersexualidad en el FICG 2025

En su ópera prima, Un mundo para mí, el director Alejandro Zuno pone al centro de la conversación un tema profundamente íntimo y escasamente representado en el cine: la intersexualidad. La película tendrá su estreno nacional en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), donde competirá tanto por el Premio Mezcal como en la sección del Premio Maguey, dedicada a la cinematografía LGBTIQA+.

"Es muy significativo estrenar mi ópera prima en el Festival de Cine en Guadalajara porque es uno de los espacios más relevantes no solo para el cine mexicano, sino para el cine iberoamericano y mundial", afirma Zuno en entrevista exclusiva con Quinto Poder. "Y además estoy muy contento porque la película forma parte de dos secciones".

Un mundo para mí: una película sobre la intersexualidad 

La historia sigue a María y Nico, una joven pareja que debe decidir qué hacer tras enterarse de que el sexo de su bebé no puede determinarse médicamente. Mientras él insiste en seguir el protocolo quirúrgico para asignar un sexo, ella emprende un viaje de autodescubrimiento que la llevará a cuestionar las normas de género que nos rigen.

"Yo soy un hombre gay que pertenece orgullosamente al colectivo LGBTQ+ y he asumido ese compromiso de visibilizar nuestras historias a través de nuestro cine. [...] Tengo el compromiso de intentar que la industria cinematográfica sea un poquito más incluyente, porque con lo que me encontré desde que entré a la escuela de cine es con que es un heteropatriarcado cisgénero durísimo", señala Alejandro Zuno sobre sus motivaciones detrás del filme.

La película no intenta representar a una persona intersex directamente, sino la experiencia de los padres frente a una estructura médica y social binaria que cataloga estos casos como urgencias quirúrgicas: "Eso me parece tremendo, o sea, me parece que es como la visión de una sociedad que tiene que encajar todo en un sistema binario. [...] Cuando algo no encaja ahí, se nos explota la cabeza".

Algo que destaca de la película es que Zuno evita los estereotipos fáciles de conservadurismo y confronta las contradicciones dentro de los entornos supuestamente progresistas. "Quería presentar personajes aparentemente abiertos, un hombre aparentemente deconstruido, una mujer que se mueve en el ámbito cultural y que a pesar de eso sigue supermarcado".

La construcción de esta dualidad atraviesa toda la narrativa, y se expresa incluso desde lo escénico: "Ella es iluminadora y está en un ensayo y el coreógrafo dice, ´Quiero reforzar la masculinidad y la feminidad y la dualidad´. Y bueno, es un poco esa la intención".

Te puede interesar:  FICG 2025: Soy Frankelda, C. Tangana y las películas imperdibles del festival de cine de Guadalajara

Una película para reflexionar sobre lo que desconocemos

Uno de los puntos más destacados de la cinta, es su capacidad para cuestionar a las audiencias, empujándolas a preguntarse: ¿qué haría yo en esa situación? "Ese es justamente mi objetivo, ¿no? Como generar empatía y que las espectadoras y los espectadores se puedan poner en los zapatos de estos personajes y cuestionarse qué haría yo en su lugar".

Sobre el proceso de trabajo con los actores, Zuno destaca la entrega de Andrés Delgado y Mayra Hermosillo: "Fue un proceso de aprendizaje, pero no lo digo como en términos didácticos de que yo los educara, sino más bien como sumergirse en algo que desconocían [...]. Los dos son personas amorosas que creo que buscan un mundo incluyente".

En tiempos de discursos de odio y retrocesos en los derechos de las disidencias sexuales y de género, Un mundo para mí se estrena en el mes del orgullo LGBTIQA+ como un acto de resistencia. .

"No sé si sea o si resulte un poquito pretencioso que yo como director lo diga, ¿no? Que mi película es un acto de resistencia. [...] Yo lo que te diría es que para mí fue un acto de amor, amoroso desde el principio".

Síguenos en WHATSAPP y suscríbete a nuestro NEWSLETTER para continuar siempre informado.