En un mundo donde la comida une culturas y derriba fronteras, Noriteru Fukushima, el embajador de Japón en México, se ha destacado no solo por su labor diplomática, sino por su amor incondicional a la gastronomía mexicana. Con más de 400 años de relaciones entre México y Japón, Fukushima ha llevado este vínculo a otro nivel, compartiendo su pasión por los sabores y tradiciones culinarias mexicanas en cada oportunidad que tiene, convirtiéndose en una figura entrañable tanto para japoneses como para mexicanos.
La gastronomía mexicana, reconocida como una de las mejores del mundo, ha encontrado un ferviente admirador en Noriteru Fukushima, el embajador japonés en México. A través de sus redes sociales, Fukushima ha compartido su deleite por los platillos típicos de nuestro país, ganándose el cariño de muchos mexicanos que lo siguen por su espontaneidad y genuino amor por nuestra cultura.
Noriteru Fukushima no es solo un diplomático; es un auténtico “foodie”. De padres japoneses, pero nacido en México, Fukushima vivió en nuestro país durante su infancia y juventud, adquiriendo la nacionalidad mexicana hasta los 20 años. Esta conexión temprana con México le ha permitido desarrollar un paladar que aprecia profundamente la diversidad de nuestra cocina.
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Desde su llegada como embajador, ha participado activamente en diversas festividades y tradiciones gastronómicas mexicanas. Uno de sus primeros acercamientos fue durante la celebración del Día de Reyes, donde al cortar la tradicional rosca, le tocó el muñeco, comprometiéndose a cumplir la tradición de los tamales en el Día de la Candelaria.
El pasado Día de la Candelaria, Fukushima se dedicó a repartir tamales y “guajolotas” (tortas de tamal) en la emblemática Avenida Reforma. En su segundo año consecutivo de cumplir con esta tradición, no solo deleitó a los transeúntes, sino también buscó a los trabajadores de limpia, reconociendo su labor diaria y compartiendo con ellos esta deliciosa costumbre.
Recientemente, Fukushima compartió en su cuenta de X (Twitter) su experiencia probando esquites, una delicia callejera mexicana hecha de granos de elote cocidos, mayonesa y chile. Comentó que, aunque el chile no picaba demasiado, disfrutó de este antojito para combatir el frío de la capital. Además, aprovechó para hacer una analogía con la comida callejera en Japón, mencionando los “yatai”, puestos que ofrecen comida rápida y sabrosa en cada esquina.
Fukushima ha demostrado ser un conocedor de los tacos en su versión más auténtica, la callejera. En varios videos en redes sociales, se le ha visto disfrutando de diferentes tipos de tacos, destacando su habilidad para distinguir entre precios y calidad. Sabe que los tacos al pastor, un ícono de la comida callejera en Ciudad de México, son una experiencia imperdible para cualquier visitante extranjero.
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La pasión de Fukushima por la gastronomía mexicana no solo se limita a disfrutarla en nuestro país. Su amor por estos platillos ha trascendido fronteras, y ahora en Japón, se puede encontrar una creciente apreciación por los antojitos mexicanos. Gracias a embajadores culturales como Fukushima, los japoneses están descubriendo y aprendiendo a preparar delicias como los tacos, las enchiladas y los tamales en tierras niponas.
La relación entre México y Japón, con más de 400 años de historia, ha sido fortalecida no solo a nivel político, social y económico, sino también culturalmente. La cocina ha jugado un papel crucial en este intercambio, y Fukushima ha sido un puente significativo en esta conexión.
Su papel como embajador gastronómico ha ido más allá de lo convencional, mostrando cómo la comida puede ser una herramienta poderosa para la diplomacia y la amistad entre naciones. A través de sus redes sociales, Fukushima ha compartido no solo su amor por la comida mexicana, sino también ha mostrado la rica cultura japonesa, promoviendo un entendimiento y aprecio mutuo entre ambos países.
El interés por la comida mexicana en Japón está en auge, y figuras como Fukushima han sido fundamentales en este creciente entusiasmo. La apertura de restaurantes mexicanos en Japón y la disponibilidad de ingredientes mexicanos en los mercados japoneses son testimonio de esta influencia.
Además, eventos gastronómicos y festivales que celebran la cocina mexicana están ganando popularidad en Japón, creando un espacio para el intercambio cultural y la apreciación de las tradiciones culinarias mexicanas.
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