"Me quiero morir": Lorena se fue a dormir y en una noche perdió a sus tres hijos

Lorena Agüero se describe como una persona resiliente, y al conocer su historia, no queda la menor duda de que lo es. En su cuenta en Instagram se identifica como mamá de Lisandro, Iona, Lautaro y Alma, aunque los tres primeros ya no están.

"Los nenes se durmieron", le dijo a Lorena su madre, hace 14 años. Así empieza esta tragedia que cambió para siempre la vida de Lorena, una madre argentina que ha encontrado un nuevo sentido de la vida. 

La estufa de la muerte

Aunque hubo señales de que algo estaba mal con la estufa de la casa alquilada en Trelew, Lorena solo ató cabos cuando ya era demasiado tarde. Varias veces, como lo contó a Infobae, tuvo dudas sobre este equipo, y se lo comunicó a su pareja. También se lo comentó a su madre, pero no pudieron repararla con ayuda especializada. 

Te puede interesar:  Tragedia en el Océano Índico: el tsunami que destrozó tres países

El 6 de mayo de 2010, Lorena no pudo levantarse de la cama. Recuerda que trató de ir al baño. "Sé que me golpeé y me caí. No sé cuánto tiempo habré estado ahí, desmayada. Me levanté por segunda vez y me volví a caer en el pasillo", narró a Infobae. Sin entender qué sucedía, se desvaneció. Diez días después, despertó en el hospital. 

Su pareja los encontró a os cuatro en la residencia familiar. Dos de sus hijos, Lautaro e Iona, fallecieron en la vivienda. A Lisandro lo conectaron al oxígeno, pero lo desconectaron porque ya tenía muerte cerebral. Esperaban la muerte de la misma Lorena. Despertó varias veces, y reaccionó tan mal, que la volvieron a dormir.

La cuarta vez, hizo la temida pregunta: "Mis soles". Y la previsible respuesta: "Están con la tía". Hasta que le explicaron la verdad. "Los nenes tuvieron un accidente", le informó su madre. "¡¿Cómo un accidente?!", preguntó. "Los nenes se durmieron", le replicaron. "No, mamá. ¡Andate! ¡Andate!", saltó. 

Te puede interesar:  Tragedia en motel: muere trío por intoxicación en Puebla

De "me quiero morir" a volver a vivir

Lorena no sabía que por el monóxido de carbono mueren personas. Que es un fallecimiento parecido a la aplicación de una anestesia, porque no duele y el sujeto ni se entera de lo que sucede. 

De acuerdo con la Clínica Mayo, "los artefactos y los motores que no tienen buena ventilación pueden hacer que el gas se acumule hasta alcanzar niveles peligrosos. Los espacios muy cerrados hacen que la acumulación sea peor". Los bebés y niños pequeños corren mayor riesgo. 

Cada vez que el enfermero quería colocarle oxígeno, la respuesta de Lorena era "me quiero morir". Si faltaba algo, también tuvo que enfrentar la separación de su pareja. "Me quiero separar porque no te puedo contener", se justificó el hombre. Ella quedó sola, devastada por la muerte de sus tres hijos y, encima, con el abandono de su esposo. 

Como lo describió, Lorena sintió que estaba muerta en vida y que el dolor no la dejaba respirar por las pérdidas. "Ellos eran el motor de cada día de mi vida. Estuve mucho tiempo en piloto automático. Los primeros meses fueron sumamente difíciles". 

Apareció Gustavo. Aunque trató de apartarlo, él persistió, y hoy es su pareja. Llegó una nueva hija, Alma, que va a cumplir ocho años y a quien le contó que antes tuvo una familia que perdió. "Aprendes a vivir con el dolor". La vida sigue, agrega, y después de la tormenta sale el sol. 

Síguenos en WHATSAPP y suscríbete a nuestro NEWSLETTER para continuar siempre informado.