- 13 de septiembre de 2024
La integrante del grupo Kabah abrió su corazón y contó cómo su hijo, quien padece autismo, la lastimó.
Federica Quijano causó gran preocupación entre sus seguidores tras dar a conocer que tuvo que ser hospitalizada de emergencia luego de que su hijo Sebastián, quien tienen autismo, la agrediera físicamente, lo que encendió las alarmas entre sus fans y seres queridos. A través de su cuenta oficial de Instagram, la integrante del grupo Kabah abrió su corazón y dio a conocer su sentir con relación al ser lastimada por su propio hijo.
¿Qué le pasó a Federica Quijano?
De acuerdo con la intérprete de ´La calle de las sirenas´, su hijo tuvo una fuerte crisis por su condición y actuó muy agresivo en contra de ella. Sin embargo, no había podido compartir mayores detalles, debido a que su teléfono dejó de funcionar.
"Sebastián se puso muy agresivo en la mañana y me dio un gran cabezazo en el brazo, por eso estoy aquí en el hospital, A ver qué me pasó. Ni modo", expresó la famosa.
Tras ser atendida, la hermana de Apio Quijano reveló que tiene una tendinitis que aunque el tendón no se rompió, sí resultó bastante afectado, por lo que deberá usar un cabestrillo para reposar su brazo. La cantante agradeció a todos sus seguidores por las muestras de cariño, luego del accidente que sufrió y recalcó que vivir este tipo de experiencias son verdaderamente complicadas para una madre.
Federica Quijano habla sobre ser "madre azul"
Posteriormente, Federica compartió una reflexión sobre lo que implica ser madre de un niño autista como Sebastián, quien suele tener algunas crisis emocionales en las que la cantante se siente alejada de lo que puede sentir el menor.
"A veces como mamá azul es una montaña rusa, hay días en que Sebastián está increíble y que ves a tu hijo a los ojos y te corresponde, te ve, te abraza, te ama y tienes estos momentos que valoras muchísimo como mamá y otros en los que es una lucha constante de sentimientos", dijo.
La cantante aseguró, sin embargo, que hay días como los que pasa actualmente, en los que "crees que no has avanzado nada y que todos los logros que creíste que habías conseguido, van para atrás".
"Me duele el brazo pero me duele más el alma, me duele más el corazón; me duele más, de pronto, ver tan lejos a mi hijo", revela. "Sentirme tan ajena a lo que estás siguiendo, y eso duele más, por eso hoy quiero darles gracias por sus mensajes, llenos de amor, de buena vibra".
Es así como a pesar de la lesión, se mostró comprensiva con su hijo por lo ocurrido, pues es algo que suele ocurrir y entiende que hay días muy buenos y días malos, no obstante, esta lucha constante de sentimientos que conllevan retos se convierte en parte de lo que vive y le duele.
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