- 13 de septiembre de 2024
Después del impacto del huracán Otis en Guerrero, asoma una nueva tragedia: la falta de luz, acumulación de basura e inseguridad sobre los que ya lo perdieron todo
"La puse en una cámara fría sin luz, ¿cómo se va a conservar el cuerpo, cómo?", Martha vive dos tragedias. Perdió a su hija sepultada bajo el lodo, sacó el cadáver con sus propias manos y ahora es testigo de su descomposición.
Conforme pasan las horas, la crisis humanitaria se agudiza en Guerrero, especialmente en Acapulco, ciudad devastada por el huracán Otis que tocó tierra en categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson, un evento sin precedentes en la historia moderna de México. Hasta el último día de octubre, la cifra oficial provista por el Gobierno de México es de 46 muertos, varios de ellos perdieron la vida en la localidad de la Nueva Era.
La casa de la señora Martha Sánchez fue destruida por la fuerza de la corriente que simplemente la arrastró junto con piedras de gran tamaño, escombros, basura, con todo lo que encontró a su paso, incluidas personas.
"Aparte de que no hay luz, se están pudriendo los cuerpos", dice consternada la señora a Primer Impacto.
Consternada y con la voz quebrada, la mujer entrada en sus cuarentas, relata cómo tuvo que rescatar el cuerpo de su hija ante la emergencia y dificultad para que el personal de Protección Civil y Guardia Nacional acudan al lugar.
"Mi hija ya venía en un estado desgraciadamente más avanzado, por la humedad, por los escombros, la meto en una cámara fría sin luz, ¿cómo se va a conservar el cuerpo, cómo?", se pregunta adolorida y requemada por el sol.
"Hasta acá fuera sale el olor", dice sobre el cadáver de su hija y la evidente insalubridad que se respira en la que alguna vez fuera su vivienda.
Crecen los problemas de salubridad
A casi una semana de la peor tormenta en la historia de Acapulco, las condiciones sanitarias comienzan a agravarse. La Comisión Federal de Electricidad trabaja a marchas forzadas para restablecer la infraestructura derribada por Otis y dar servicio a la bahía y las colonias aledañas.
Entre los escombros en Acapulco, se acumula la basura por la falta de servicio de recolección y por si fuera poco, el agua potable sigue escasa y la inseguridad es punzante cada que cae la oscuridad.
"Se acumula basura, no hay agua, ni luz", dijo una vecina de la Nueva Era al reportero Iván Macías. "Estamos aquí desde la madrugada, arriesgando que nos asalten, porque ahora están asaltando en las calles".
Martha no es la única que lidia en la localidad con el luto, las carencias y la insalubridad, Arturo Trinidad espera encontrar los cuerpos de su familia
"Sin dinero, sin alimentos, sin nada, sin familia", cuenta el anciano que perdió a parte de su familia, que fue sepultada bajo el alud de lodo. Su hogar quedó en pie, pero el de sus familiares no. Lo mismo que una familia nuclear que pereció, la mamá, el papá, dos hijas y un hijo. Se les encontró rezando, abrazados y con rosarios en las manos.
En estos días en Acapulco, la muerte se niega a esfumarse. Y los cuerpos no encuentran descanso. Las funerarias no han podido dar servicio por falta de luz y burocracia. "Por la falta de luz en la funeraria, los cuerpos no se están preparando, no tenemos permisos para sepultar, tenemos que esperar con los cuerpos dos o tres días", dijo uno de los encargados.
Perdió su negocio, pero sus santos quedaron de pie
María José también vivió en carne propia la falta de misericordia de Otis, aunque no pierde su fe. Y es que su negocio quedó destruido... con excepción de sus santos, dos figuras de la Virgen de Guadalupe y San Judas Tadeo, intactos a pesar de la destrucción.
"La virgen estaba ahí atrás, y el San Judas estaba al frente", dice con incredulidad, aferrada a que aún hay espacio para la espiritualidad entre la muerte, basura y destrucción.
La Cruz Roja mexicana ha abierto diferentes cuentas y formatos para donar ayuda a los damnificados por el Huracán Otis.
"¡En estos momentos, Guerrero nos necesita! Ante el impacto del Huracán OTIS, nuestros voluntarios realizan evaluación de daños para determinar las zonas más afectadas y cuantas personas nos necesitan. Hemos enviado ayuda humanitaria pero aún se necesita más, súmate a la causa de ayudar.
Como primera acción, se envía personal especializado en materia de evaluación de daños para reforzar al personal que ya trabaja en la zona de impacto, de manera adicional el traslado en primera instancia de 5,000 despensas para efectuar un informe preliminar, y poder coordinar las acciones para una evaluación de daños, y poder determinar el tipo de ayuda que se requiere, aunado a las actividades a emprender."
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