El conductor y actor guatemalteco Héctor Sandarti logró consolidar su carrera artística gracias a programas de la televisión mexicana, pero en México también vivió uno de los episodios más difíciles de su vida cuando fue víctima de un secuestro en agosto del 2001.
En una entrevista para el canal de YouTube de Yordi Rosado, Héctor Sandarti señaló que su secuestro ocurrió cuando ya era conductor del programa Vida TV al lado de Galilea Montijo, que en ese entonces se transmitía por el canal 4 de Televisa, y ya era conocido en la televisión, pero no tan famoso.
Según narró el actor, lo habían invitado a participar en una obra de teatro y se dirigía a la primera lectura de la puesta en escena, pero antes se detuvo en una papelería a engargolar un libreto y ahí un hombre armado le quitó todas sus pertenencias, después lo metió en una cejuela y se lo llevaron.
"Me empiezan a interrogar, a preguntarme quién soy, cómo me llamó, a insultarme, a amenazarme de que no haga nada y yo me la pasé así (agachado) rezando y contestando sus preguntas", recordó Héctor Sandarti.
Después de pasearlo varias horas en la cajuela, el conductor recordó que lo llevaron a una casa que se encontraba en construcción y le dijeron que no hiciera ninguna tontería o lo iban a matar. Ahí conversó con uno de los secuestradores quien después de comprobar que era guatemalteco y no tenía familia, le confesó que se habían equivocado.
Lo liberaron por no tener dinero ni amigos
Sandarti recordó que el jefe de los secuestradores insistía en sacar dinero y al ver en su teléfono el nombre de Dalilah Polanco, que en ese entonces tampoco era tan conocida, la llamaron para pedirle 20 mil pesos de rescate por su amigo, pero ella pensó que se trataba de una broma y les colgó.
"Les colgó el teléfono, entonces el secuestrador dijo 'No hombre este pobre ni su mejor amiga lo quiere, ni su mejor amiga responde por él, libérenlo'. Dalilah no lo sabía, pero en ese momento pero me salvó la vida", aseguró el conductor.
Héctor Sandarti señaló que lo liberaron sin pagar un peso gracias a que Dalilah Polanco no creó un vínculo de negociación con los secuestradores, pues se dieron cuenta de que les salía más caro tenerlo privado de su libertad que soltarlo e incluso uno de sus captores le dio un billete de 100 pesos para que tomara un taxi, pues lo iban a liberar en un lugar alejado.