Luego de que se dieran a conocer fragmentos del libro Emma y las otras señoras del narco, de Anabel Hernández, el nombre del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva volvió a estar en la escena pública por las relaciones que sostuvo con Galilea Montijo y Ninel Conde, según se cuenta en el texto.
Arturo Beltrán Leyva, alias El Barbas, El Botas Blancas o El Jefe de Jefes, fue líder del cártel de los Beltrán Leyva, organización que fundó al lado de sus hermanos Héctor, Alfredo, Carlos y Mario Alberto tras separarse del cártel de Sinaloa.
Beltrán Leyva nació en 1958 en Badiraguato, Sinaloa, y comenzó a formar parte del mundo del narcotráfico desde joven al integrarse al Cártel de Juárez, con Amado Carrillo, El Señor de los Cielos. En esta organización criminal se encargaba de la importación y distribución de cocaína desde Colombia a Estados Unidos.
Los Beltrán Leyva vivían en La Palma y Arturo fue el que comenzó a trabajar principalmente con su primo Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, que vivía en La Tuna, ambas rancherías en Badiraguato, Sinaloa.
La Federación
Tras fugarse del penal de máxima seguridad de Puente Grande, El Chapo fundó La Federación, organización que reunió a los principales líderes de los cárteles mexicanos, en el cual Arturo Beltrán Leyva se encargó del lavado de dinero y de los sobornos a las autoridades.
Ya en La Federación, Arturo se asoció con Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, y juntos formaron el grupo criminal de Los Pelones, con el cual disputaron las principales plazas del país.
La relación en El Barbas y El Chapo se tensó a partir de que Arturo supuestamente comenzó a operar en territorio que no le correspondía y la ruptura llegó con el arresto de Alfredo Beltrán Leyva El Mochomo, lo que desató una guerra entre los primos.
Durante ese periodo de enfrentamientos fue asesinado Édgar Guzmán López, de 22 años, hijo del Chapo, y se atribuyó el hecho a los Beltrán Leyva.
Arturo fue abatido en un operativo liderado por la Marina en diciembre de 2009 y se cree que no sólo no sólo se había infiltrado en las más altas estructuras de la policía a nivel municipal, estatal y federal, sino que también había logrado corromper a altos mandos del Ejército.