SONORA
Plan de Justicia en Cananea: Sheinbaum anuncia acuerdo "histórico" por contaminación del río Sonora
La presidenta informó que Grupo México cumplirá con prácticamente todas las demandas de las comunidades afectadas por el derrame tóxico de 2014
La crisis ambiental del río Sonora, una herida abierta desde hace más de una década, entró en una nueva etapa tras el anuncio de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sobre un acuerdo que calificó como "muy importante" para el Plan de Justicia en Cananea.
El objetivo central: avanzar en el resarcimiento de los daños provocados por el derrame de sulfato de cobre acidulado ocurrido en 2014 en la mina Buena Vista del Cobre, propiedad de Grupo México.
El anuncio no solo marca un punto de inflexión en un conflicto ambiental y social de larga duración, sino que también representa el cierre de una huelga sostenida durante años por trabajadores que exigían reparación y justicia. Tras recibir un apoyo de resarcimiento, los huelguistas acordaron finalizar el paro, un hecho que la mandataria subrayó por su impacto regional, al considerarlo "histórico" para el estado de Sonora.
Fin de la huelga y avance en el Plan de Justicia en Cananea
La conclusión de la huelga es uno de los elementos centrales del acuerdo. Para Sheinbaum, se trata de un paso clave dentro de un proceso más amplio de reparación que busca atender no solo a los trabajadores, sino a las comunidades afectadas por la contaminación del río Sonora.
La presidenta adelantó que será el día de mañana cuando se den a conocer públicamente todos los detalles de las obras de resarcimiento, las cuales están directamente vinculadas a los daños ambientales y sanitarios derivados del derrame ocurrido hace más de diez años.
La negociación con Grupo México y el papel del gobierno federal
Sheinbaum reconoció que el camino hacia este acuerdo no fue sencillo. Explicó que existió resistencia por parte de la empresa para concretar las acciones necesarias, pero destacó que la intervención del gobierno federal fue determinante para destrabar el proceso.
En particular, señaló el trabajo conjunto de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; del gobernador de Sonora, Alfredo Durazo Montaño; y de la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, como factores decisivos para avanzar hacia el cumplimiento de "prácticamente todas las demandas planteadas por la comunidad afectada por la contaminación del río".
De acuerdo con la mandataria, este esfuerzo coordinado permitió que Grupo México, "al final, decidió cumplir", en referencia a las obligaciones pendientes derivadas del desastre ambiental.
Obras de remediación del río Sonora: salud, agua y suelo
Entre las acciones incluidas dentro del proceso de remediación del río Sonora, la presidenta detalló medidas orientadas a atender tanto el daño ambiental como las consecuencias en la salud pública.
El plan contempla la construcción de clínicas para la atención médica de las comunidades afectadas, la instalación de un sistema de medición permanente de la calidad del agua y la restitución y remediación de los suelos contaminados. Estas acciones buscan establecer un esquema de vigilancia continua y atención integral que no se limite a soluciones temporales.
Sheinbaum recordó que en agosto pasado se conformó un grupo de trabajo dedicado específicamente a coordinar las acciones con la minera, con el objetivo de atender las demandas de la población afectada por la contaminación derivada del derrame en la mina Buena Vista del Cobre.
En ese contexto, reiteró que es fundamental que Grupo México "acabe de pagar todo lo que tiene que pagar por este accidente o incidente que hubo", subrayando que la reparación no puede considerarse completa mientras existan adeudos pendientes con las comunidades.
Tragedia ambiental en el río Sonora: una década de afectaciones
La contaminación del río Sonora es considerada uno de los desastres ambientales más graves y prolongados en la historia reciente de México. El origen del problema se remonta al 6 de agosto de 2014, cuando una falla en la mina Buenavista del Cobre provocó la liberación de aproximadamente 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado en los ríos Bacanuchi y Sonora.
El derrame, que contenía metales pesados como arsénico, plomo y cadmio, recorrió más de 250 kilómetros, afectando directamente a unas 24 mil personas en al menos ocho municipios. La magnitud del daño obligó a suspender el suministro de agua potable y al cierre de pozos, dejando a miles de habitantes sin acceso a un recurso básico.
Más allá del daño ambiental, las consecuencias sanitarias han sido una de las dimensiones más graves del desastre. La exposición prolongada a los contaminantes se ha vinculado con enfermedades en la piel, afecciones respiratorias, trastornos digestivos y daños renales. También se han documentado casos de cáncer asociados a la presencia de metales pesados en el agua y en el suelo.
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