Sheinbaum y la prudencia diplomática: ¿Por qué evita comentar el Nobel de María Corina Machado?

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, volvió a mostrar cautela al ser cuestionada sobre la situación política en Venezuela. Durante su conferencia matutina de este viernes, la mandataria evitó pronunciarse sobre el Premio Nobel de la Paz otorgado a la líder opositora venezolana María Corina Machado, limitándose a reiterar la postura histórica de México en materia de política exterior.

"Nosotros siempre hemos hablado de la soberanía y de la autodeterminación de los pueblos, no solamente por convicción sino porque así lo establece la constitución y me quedaría hasta ahí el comentario", dijo Sheinbaum ante los medios, sin hacer referencia directa a Machado ni a su labor de resistencia frente al régimen de Nicolás Maduro.

La respuesta volvió a evidenciar el tono prudente que ha caracterizado a Sheinbaum cuando se trata de la crisis venezolana, una línea que da continuidad a la política de no intervención adoptada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.

La cautela frente a Venezuela

El reconocimiento internacional a María Corina Machado por su "incansable esfuerzo" en favor de los derechos democráticos en Venezuela generó reacciones en todo el mundo, pero Sheinbaum decidió mantener silencio sobre el fondo político del galardón.
La líder opositora fue premiada por su papel en la promoción de una transición "justa y pacífica de la dictadura a la democracia", según el Comité Noruego.

Machado, que continúa viviendo en su país pese a las persecuciones del régimen, declaró tras recibir la noticia: "No tengo palabras. No merezco este premio. Solo soy una persona dentro de un movimiento que busca el cambio en Venezuela".

Mientras tanto, el Comité del Nobel destacó que su decisión busca enviar un mensaje directo a Caracas: "En un momento en el que la democracia está amenazada", señaló el jurado, acusando al gobierno de Maduro de no respetar los resultados de las elecciones presidenciales de 2024.

"Ellos son los que tienen que decidir": la doctrina diplomática de Sheinbaum

No es la primera vez que la presidenta mexicana evita pronunciarse sobre María Corina Machado o sobre la represión en Venezuela.
En enero de este año, tras el presunto arresto de la opositora, Sheinbaum declaró que México no está a favor de criminalizar a la oposición, pero volvió a apelar al principio de soberanía:

"Ellos son los que tienen que decidir, no tiene que haber una intervención de ninguna manera si no decide el pueblo de Venezuela (...) Esa es la política exterior en nuestro país", dijo entonces.

La mandataria añadió que en México "no se persigue a nadie por sus ideas ni por sus opiniones. No estoy diciendo que se persigue en otros lados, sino en general no estamos de acuerdo con eso, tiene que haber libertades".

Estas declaraciones se alinean con la doctrina de política exterior mexicana basada en la no intervención y autodeterminación de los pueblos, adoptada por su predecesor y mantenida sin matices en su administración.

México, entre la neutralidad y la diplomacia

Aunque Sheinbaum se abstuvo de comentar el reconocimiento a Machado, México sí mantiene representación diplomática en los actos oficiales del gobierno venezolano. El embajador mexicano asistirá a la investidura convocada por Nicolás Maduro, en una postura compartida con otros gobiernos de la región como Colombia y Brasil, que han intentado mediar en la crisis postelectoral.

La distancia de Sheinbaum hacia el caso venezolano contrasta con su rápida respuesta sobre la situación en Perú, donde reiteró su respaldo al expresidente Pedro Castillo, al considerar que su destitución en 2022 constituyó un golpe de Estado.

La posición de México ante estos episodios refleja un patrón: condenar los golpes de Estado, pero evitar cualquier señal de desaprobación hacia gobiernos aliados, incluso cuando son señalados por violaciones a los derechos humanos.

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