SINALOA
"No hay estado de excepción": Rocha pide enviar a niños a escuelas pese a ola de violencia en Sinaloa
Pese a ola de violencia, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, insiste en que la seguridad está garantizada en las escuelas
El martes pasado, Culiacán amaneció envuelto en un clima de incertidumbre y dolor tras el hallazgo de cinco cuerpos frente a la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). Este hecho, que se suma a una ola de violencia que azota la entidad, llevó a la institución a suspender actividades presenciales y optar por clases virtuales, reflejando el miedo que domina la región.
En medio de este contexto, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, insiste en minimizar la gravedad de la situación. "Manden a sus hijos a la escuela, el Ejército, la Guardia Nacional, las policías nuestras, la Marina misma los cuidan; tenemos un operativo para cuidar las escuelas", declaró, subrayando la obligación de las familias de enviar a sus hijos a clases.
"Me dijo, un mensaje de nuestro máximo comandante, que es el general secretario Trevilla, díganles a los papás que manden a sus hijos a la escuela, nosotros nos encargamos de cuidarlos, tenemos un operativo de proximidad en las escuelas. Por eso quiero insistir, éste es un pedido que me hizo el general Briseño, y que se lo comentó el general Trevilla en una mesa de seguridad nacional en la que participó", dijo.
La realidad, sin embargo, parece contradecir las palabras del mandatario. Entre el 1 y el 25 de noviembre, Sinaloa registró 121 homicidios dolosos, según un reporte diario de dependencias locales y federales. Estas cifras se suman a los 103 asesinatos de septiembre y los 141 de octubre, reflejando un incremento alarmante en los niveles de violencia desde el estallido del conflicto interno en el Cártel de Sinaloa.
Continúa la violencia en Sinaloa
La jornada del lunes 25 de noviembre evidenció la preocupación de los sinaloenses: en algunas escuelas, hasta el 70 por ciento de los alumnos no asistió a la escuela. Esto, tras un fin de semana marcado por 11 homicidios dolosos el domingo.
La Secretaría de Educación Pública y Cultura del Estado, a través de su titular Himelda Félix Niebla, informó que 111 de las 992 escuelas de Culiacán permanecen en modalidad a distancia, pero aseguró que "nada ha pasado en estos meses en escuelas".
Mientras tanto, instituciones como la UAS y la Universidad Autónoma de Occidente se suman a primarias y secundarias en la decisión de mantener las aulas vacías. Un comunicado de la UAS, emitido tras el hallazgo de los cuerpos, señaló: "Derivado de los hechos violentos que prevalecen en la capital sinaloense y Navolato, las clases del día de mañana martes 26 de noviembre se mantendrán de manera virtual".
El llamado del gobernador a no "hacer el caldo gordo" a quienes describen un Sinaloa sumido en la violencia contrasta con el temor palpable de la población. Mientras tanto, los habitantes enfrentan la disyuntiva entre garantizar el derecho a la educación de los menores y proteger su seguridad en un entorno cada vez más hostil.
"Manden a sus hijos a la escuela, el Ejército, la Guardia Nacional, las policías nuestras, la Marina misma cuidan, tenemos un operativo para cuidar las escuelas, quiero que vayan a la escuela, por favor, no le hagamos el caldo gordo a quienes quieren que tengamos un estado de excepción, no estamos en un estado de excepción, estamos en condiciones de controlar la seguridad para los ciudadanos", expresó el mandatario estatal.
Niño ruega a delincuentes que no se lleven a su mamá
Mientras el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, insiste en que "no hay estado de excepción" y asegura que las fuerzas de seguridad garantizan la tranquilidad en las escuelas y calles del estado, un hecho reciente en Mazatlán retrata la cruda realidad que viven las familias sinaloenses.
La noche del lunes 25 de noviembre, en el fraccionamiento Paraíso Marina, un niño enfrentó a un grupo de hombres armados en un desesperado intento por salvar a sus padres de ser secuestrados.
Según imágenes de una cámara de seguridad, el menor logró que los delincuentes liberaran a su madre, pero no pudo evitar que su padre fuera llevado por los agresores. La escena, captada en un video que se viralizó rápidamente en redes sociales, muestra al niño entre gritos y forcejeos, intentando detener el automóvil en el que se llevaban a su padre.
El incidente es solo una muestra de la creciente violencia en Sinaloa. En el mismo periodo, dos policías estatales fueron secuestrados en Culiacán y cinco cuerpos fueron hallados con signos de tortura frente a la Facultad de Agronomía de la UAS. Además, bloqueos y balaceras paralizaron tramos de la Carretera Internacional México 15, mientras el sistema de vigilancia fue saboteado con la destrucción de más de 80 cámaras del C4i.
El contraste entre las declaraciones del gobernador y los hechos vividos por las familias sinaloenses es evidente. Mientras Rocha Moya llama a los padres a enviar a sus hijos a la escuela bajo la promesa de seguridad, la realidad refleja miedo, ausencia de confianza en las instituciones y un estado donde la violencia afecta hasta a los más pequeños.
Las imágenes de este niño, que con valentía enfrentó un peligro que nunca debió vivir, se suman al dolor colectivo y ponen en entredicho los discursos oficiales. La pregunta es inevitable: ¿Cómo pueden las autoridades pedir calma y normalidad cuando la violencia arranca la seguridad de las calles, los hogares y, peor aún, de los niños?
Síguenos en WHATSAPP y suscríbete a nuestro NEWSLETTER .
