- 06 de noviembre de 2024
La relación entre México y Estados Unidos se ha tensado nuevamente tras las amenazas de Donald Trump
Con su retorno a la Casa Blanca, Donald Trump renovó sus polémicas propuestas hacia México, lo que plantea un serio desafío para la administración de Claudia Sheinbaum.
En sus discursos y declaraciones de campaña, el expresidente delineó una agenda que incluye aranceles elevados, medidas migratorias severas y la posibilidad de acciones militares en contra de los cárteles. Estas promesas proyectan un impacto directo en la economía, la seguridad y la política exterior mexicana.
¿Cuáles son las amenazas de Trump contra México?
Una de las propuestas más alarmantes es la de imponer aranceles de hasta el 200% a las exportaciones de autos mexicanos. Dado que México es el mayor proveedor de autos a Estados Unidos, tal medida golpearía con dureza tanto a la economía mexicana como a las empresas y consumidores estadounidenses.
Este tipo de amenazas, que Trump ha utilizado anteriormente para ejercer presión, también ponen en riesgo los vínculos de producción entre ambos países, en los cuales numerosas industrias dependen de la integración transfronteriza.
Por otro lado, Trump ha propuesto un endurecimiento sin precedentes en el sistema migratorio, incluyendo la posibilidad de llevar a cabo el "mayor programa de deportación en la historia estadounidense".
Con cuatro millones de mexicanos indocumentados en Estados Unidos, un programa de estas características no solo afectaría las vidas de estos migrantes, sino también la economía mexicana, que depende en gran parte de las remesas, una fuente vital de ingresos que, en 2023, alcanzó los 63 mil millones de dólares.
Además, la postura de Trump contra los cárteles mexicanos incluye una amenaza que rompe con precedentes históricos: el posible uso de la fuerza militar en territorio mexicano.
Aunque esta medida es rechazada por las autoridades mexicanas como una violación inaceptable de su soberanía, Trump ha dejado claro su interés en presionar a México para que "endurezca su postura" frente al crimen organizado. Tal intervención podría tener repercusiones devastadoras en las relaciones diplomáticas y en los esfuerzos conjuntos para gestionar el tráfico de drogas y controlar el flujo migratorio.
Claudia Sheinbaum descarta conflicto con EE.UU
Claudia Sheinbaum ha mantenido una postura de calma y diplomacia ante inminente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. En su conferencia de prensa matutina, la presidenta de México subrayó que, pese a la naturaleza de las amenazas y políticas que Trump ha delineado en su campaña, el pueblo mexicano no debe temer por las posibles implicaciones de esta elección en la relación bilateral.
Para Sheinbaum, el triunfo de Trump es una decisión soberana del pueblo estadounidense que debe respetarse, y aseguró que México responderá con la misma dignidad y prudencia que ha caracterizado su relación con el país vecino en años recientes.
Sheinbaum expresó su confianza en que se mantendrá una relación sólida entre ambas naciones, basada en el respeto mutuo y la cooperación.
En su mensaje, destacó el papel de México como un país libre y soberano, recordando que cualquier desafío diplomático o económico que surja será enfrentado con firmeza. También envió un mensaje de tranquilidad a los mexicanos en el extranjero, especialmente a aquellos que residen en Estados Unidos, y a los empresarios que podrían verse afectados por eventuales medidas comerciales o de seguridad fronteriza promovidas por el presidente electo.
La presidenta enfatizó que su administración se encuentra preparada para mantener el diálogo con el nuevo gobierno estadounidense y explorar vías para proteger los intereses de México en temas clave como el comercio, la migración y la seguridad.
"A todas y todos los mexicanos no hay ningún motivo de preocupación. A nuestros paisanos y paisanas, a sus familiares que están aquí, a las empresarias y empresarios mexicanos no hay motivo alguno de preocupación. México siempre sale adelante, somos un país libre, independiente y soberano y va a haber buena relación con los Estados Unidos, estoy convencida de ello", puntualizó
La crisis de violencia en Sinaloa
La postura de Donald Trump sobre una posible intervención militar contra los cárteles de México se produce en un momento especialmente crítico para el Cártel de Sinaloa, que atraviesa una guerra interna entre los aliados de Ismael "El Mayo" Zambada y los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán, conocidos como "Los Chapitos."
Esta fractura ha convertido a Sinaloa en un campo de batalla, dejando tras de sí una estela de homicidios violentos, desapariciones y un clima de inestabilidad que aún no muestra signos de resolverse.
El conflicto alcanzó un punto de quiebre el 25 de julio, cuando El Mayo Zambada, quien había logrado evadir la justicia durante más de cinco décadas, fue detenido de manera sorpresiva al aterrizar en un pequeño aeropuerto de Nuevo México, acompañado por Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo.
Zambada publicó el 10 de agosto una carta en la que acusaba a Guzmán López de haberlo traicionado y entregado contra su voluntad a las autoridades estadounidenses, tras haber sido citado a una reunión con el gobernador Rubén Rocha y el opositor Héctor Cuén, quien fue asesinado el mismo día de la detención.
En medio de la ola de violencia que azota la frontera, el ex secretario de seguridad pública de México, Genaro García Luna fue sentenciado en Estados Unidos a 38 años de cárcel por sus vínculos con el narcotráfico y por proteger las actividades del Cártel de Sinaloa.
Mientras que, en la primer audiencia de Ismael "El Mayo" Zambada en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York , la Fiscalía estadounidense dejó abierta la posibilidad de solicitar la pena de muerte, usando grabaciones e intercepciones telefónicas como pruebas.
El contexto de guerra interna dentro del cártel añade un componente crucial al discurso de Trump, quien sigue señalando a los cárteles como una amenaza directa para la seguridad estadounidense.
En sus declaraciones, Trump no solo ha reiterado su disposición de imponer sanciones económicas, sino que también ha advertido que, de ser necesario, podría llevar a cabo ataques militares contra las instalaciones y líderes del narcotráfico en México, argumentando que el gobierno mexicano no ha logrado controlar esta creciente amenaza.
A medida que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación siguen siendo los principales objetivos de la DEA debido a la crisis del fentanilo en Estados Unidos, Trump utiliza este conflicto interno dentro del cártel de Sinaloa como un argumento adicional para justificar sus amenazas de intervención, apelando al apoyo de aquellos que perciben al narcotráfico como un conflicto internacional que requiere una respuesta drástica.
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