- 01 de octubre de 2024
La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, sostiene que la reforma judicial es una decisión soberana del pueblo mexicano y critica cualquier intento de intervención externa, en particular de Estados Unidos.
Claudia Sheinbaum, la presidenta electa de México, reiteró su postura a favor de una profunda reforma al Poder Judicial, dejando claro que esta iniciativa es un mandato directo del pueblo y no un tema de influencias externas. En una conferencia de prensa, Sheinbaum abordó la polémica sobre elegir a jueces, magistrados y ministros mediante votación popular, una medida que, según sus palabras, fortalecerá la justicia en el país.
Sheinbaum subrayó que la elección de estos funcionarios, es un paso hacia una mayor democracia. "Va a haber más democracia al elegir no solo a la presidenta y a los legisladores, sino también al Poder Judicial. Que se pone en riesgo el Estado de derecho, al contrario, se va a fortalecer la justicia en nuestro país", afirmó.
Reforma al Poder Judicial: Un mandato del pueblo
La idea de someter a elección popular a los miembros del Poder Judicial no es una propuesta nueva ni improvisada, sino que ha sido parte central de su plataforma desde la campaña electoral. "Durante toda la campaña, de mi parte, de los compañeros senadores, de los diputados y diputadas en sus campañas, siempre estuvo el planteamiento de la elección popular de jueces, ministros y magistrados del poder judicial", recordó Sheinbaum.
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Sheinbaum argumentó que la reforma judicial es un reflejo de la voluntad popular para que se justa, verdaderamente representativa y accesible para todos los ciudadanos. "Es evidente que hay un mandato del pueblo de que se cumpla lo que se planteó durante la campaña, que es la reforma del poder judicial", agregó, subrayando que su administración no dará marcha atrás en este compromiso.
Una advertencia a Estados Unidos
En un momento especialmente significativo de su discurso, Sheinbaum dirigió sus palabras hacia aquellos que han insinuado la posibilidad de una intervención extranjera en la reforma judicial, particularmente a Estados Unidos. La presidenta electa fue clara al afirmar que cualquier intento de interferencia en este proceso sería inaceptable, subrayando que la soberanía de México no está en discusión.
"Entonces, ¿eso le compete a quién? A los mexicanos y a las mexicanas. Hay otros temas que nos competen a ambos países, o a Canadá, México y Estados Unidos, como el tratado, como temas conjuntos que se tratan, lo que se han tratado en este sexenio, de seguridad, incluso de migración, temas de cooperación, de todo tipo", dijo Sheinbaum, delineando las áreas en las que está dispuesta a colaborar con sus vecinos del norte, pero dejando en claro que la reforma judicial no es una de ellas.
Sheinbaum también desmintió cualquier sugerencia de que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) pueda ser utilizado como una herramienta para justificar la intervención en la política interna de México. "No es cierto que alguna parte del T-MEC hable sobre la posibilidad de interferencia de Estados Unidos en temas como lo son la Reforma al Poder Judicial de la Federación", puntualizó, reafirmando que la soberanía mexicana es innegociable.
La cooperación entre México y Estados Unidos: una línea clara
La presidenta electa rechazó la injerencia en la reforma judicial, también dejó la puerta abierta para continuar con la cooperación en otras áreas de interés mutuo, como la seguridad y la migración. Sheinbaum reconoció que México y Estados Unidos tienen una larga historia de colaboración en estos temas y expresó su disposición a mantener ese espíritu de trabajo conjunto, siempre y cuando se respeten los límites de la soberanía nacional.
"Hay temas conjuntos que se tratan, lo que se han tratado en este sexenio, de seguridad, incluso de migración, temas de cooperación, de todo tipo", reiteró Sheinbaum, enfatizando que estas áreas de trabajo seguirán siendo prioritarias en su agenda, pero sin comprometer la autonomía de México en sus decisiones internas.
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El desafío de la reforma judicial
La propuesta de someter a votación popular a jueces, magistrados y ministros ha generado un intenso debate en el país, con detractores que argumentan que este cambio podría politizar la justicia y poner en riesgo la independencia judicial. Sin embargo, Sheinbaum ha defendido la medida como un paso necesario para garantizar que el sistema de justicia refleje las necesidades y aspiraciones del pueblo mexicano.
La presidenta electa ha sostenido que la reforma judicial es una extensión natural de los cambios democráticos que México ha experimentado en las últimas décadas. Para Sheinbaum, permitir que el pueblo elija a sus jueces no es una amenaza al Estado de derecho, sino una evolución necesaria para fortalecerlo. "Se va a fortalecer la justicia en nuestro país", reiteró en su discurso.
El papel de la ciudadanía en la reforma
Un aspecto central de la propuesta de Sheinbaum es la idea de que la ciudadanía debe tener un papel más activo en la selección de los funcionarios del Poder Judicial. Al permitir que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular, Sheinbaum busca romper con lo que considera una desconexión entre el sistema de justicia y el pueblo que está destinado a servir.
Esta propuesta, sin embargo, ha sido recibida con escepticismo por algunos sectores que temen que el proceso electoral pueda ser influenciado por intereses partidistas o económicos, comprometiendo así la imparcialidad de los jueces. A pesar de estas preocupaciones, Sheinbaum ha mantenido que el voto popular es la mejor manera de asegurar que la justicia esté alineada con las demandas y expectativas de la sociedad.
El futuro del Poder Judicial en México
La implementación de la reforma judicial propuesta por Sheinbaum representará un cambio significativo en la estructura del sistema de justicia en México. Si bien aún queda por ver cómo se desarrollará este proceso, la presidenta electa ha dejado claro que su administración está comprometida a llevar adelante esta transformación, basándose en el respaldo que ha recibido de los votantes.
Sheinbaum ha subrayado que la reforma no solo busca democratizar el Poder Judicial, sino también hacer que sea más transparente y accesible para todos los mexicanos. Esto, según ella, se logrará no solo mediante la elección popular de jueces, sino también a través de medidas que promuevan la rendición de cuentas y la participación ciudadana en el proceso judicial.
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