Gobierno mexicano da más poder a la Sedena: ahora controlará estos aeropuertos locales

En un movimiento estratégico, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) formalizó la transferencia de la gestión de cuatro importantes aeropuertos mexicanos al Grupo Aeroportuario, Ferroviario Olmeca-Maya-Mexica (GAFSACOMM), bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La medida ha desatado debates intensos sobre la creciente participación de las Fuerzas Armadas en la gestión de infraestructura civil y seguridad interna, generando opiniones divididas en sectores opositores.

Según lo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), los aeropuertos afectados por este cambio son el Aeropuerto Internacional General y Licenciado "Ignacio López Rayón" en Uruapan, Michoacán; el Aeropuerto Internacional de Palenque, Chiapas; el Aeropuerto Internacional "Hermanos Serdán" en Puebla; y el Aeropuerto Internacional de Puerto Escondido, Oaxaca. La Sedena asume el control para administrar, operar y, en algunos casos, construir nuevas instalaciones.

La responsabilidad militar incluye el mantenimiento seguro y eficiente de los aeropuertos, cumpliendo con la legislación vigente, las normativas ambientales y controlando el impacto ecológico de las operaciones aeroportuarias. La asignación, de tiempo indefinido, se sostiene hasta que se acredite la inexistencia de causas de utilidad pública, interés general, interés social o razones de seguridad nacional que justifiquen la transferencia. 

Esta medida refleja la estrategia del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de integrar al Ejército Mexicano en proyectos de infraestructura civil. Sin embargo, esta táctica ha sido fuertemente criticada por sectores de la oposición y aquellos preocupados por el creciente papel de las Fuerzas Armadas en asuntos civiles, incluida la seguridad interna.

Puerto Escondido, conocido por sus playas turísticas en la costa del Pacífico, y Puebla, un importante centro de actividad aérea, se encuentran entre los aeropuertos afectados por la transferencia de control. Uruapan, con una actividad más baja, y Palenque, inactivo desde su apertura, también están en la lista, generando interrogantes sobre el impacto en estas regiones.

La SICT ha destacado que se espera mejorar la calidad y seguridad de los servicios aeroportuarios bajo la administración de la Sedena, contribuyendo al desarrollo económico y la conectividad en diversas regiones de México. La medida se presenta como parte de un esfuerzo más amplio para modernizar la infraestructura y promover el crecimiento económico.

Los aeropuertos se unen a la lista de instalaciones ya bajo el control de GAFSACOMM, como los de Nuevo Laredo y Ciudad Victoria en Tamaulipas, Tamuín en San Luis Potosí, Chetumal en Quintana Roo y Ciudad Ixtepec en Oaxaca. La Sedena también participa en el control del Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Además, está previsto que administre el futuro aeropuerto de Tulum, siendo estos proyectos insignia del sexenio de AMLO.

Se destaca que la reforma a la Ley Federal de Derechos en octubre pasado, que destinó el 20% de los ingresos por visas de visitantes extranjeros al Tren Maya administrado por el Ejército, proporciona ingresos adicionales al Ejército sin cargar al presupuesto. Este enfoque, inspirado en el modelo cubano, ha generado controversia y críticas hacia la administración de López Obrador.

La creciente participación de las Fuerzas Armadas en la gestión de infraestructura civil continúa siendo un tema de debate en México. Mientras algunos ven la medida como una estrategia efectiva para impulsar el desarrollo y la seguridad, otros expresan preocupación por la creciente militarización de tareas civiles. El futuro de esta integración y su impacto en la sociedad mexicana sigue siendo un tema de reflexión y debate.

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