Marcos Eduardo Mejorado es un joven de 28 años que radica en Irapuato, Guanajuato, y que en fechas recientes se tituló de la carrera de Enfermería y Obstetricia impartida en la Universidad de Guanajuato, por lo que acudió a cumplir una promesa.
El pasado 7 de mayo, días antes del Día de la Madre, Marcos Eduardo visitó el panteón de Los OIivos, donde reposan los restos de sus padres. Frente a la tumba de sus seres queridos y con el título en la mano, el ahora enfermero cumplió la promesa que le hizo a sus padres cuando ambos vivían.
"Las promesas son para cumplirse", fue el corto pero contundente mensaje del joven, quien se tomó una fotografía al pie de la tumba de sus padres, con el documento en la mano y en compañía de algunos de sus amigos.
"Lo primero que pensé cuando tuve en las manos el título fue llevarlo ante ellos", reconoció el joven, quien es originario de Coatzacoalcos, Veracruz, en palabras conferidas a El Universal. "Miren, papás. Sí se pudo, lo logré", fue otro de sus pensamientos.
El recién titulado dijo que acudió el 7 de mayo, debido a que en esa fecha se conmemora el aniversario luctuoso de su padre y faltaban escasos días para celebrar a las madres. Confesó que obtener el título fue una labor complicada.
Antes de titularse, Marcos Eduardo tuvo que enfrentarse a la enfermedad de su madre, quien le pidió no abandonar la carrera universitaria. Tiempo después, ella falleció, por lo que el joven tuvo que reponerse y no cesar en su empeño de convertirse en un licenciado.
Sobre el hecho de su fotografía se haya convertido en tendencia, Marcos aprovechó para enviarle un mensaje a las personas, pidiéndoles que cumplan con los compromisos que han hecho con sus familias.