- 12 de octubre de 2024
La ofrenda del Día de Muertos es un altar simbólico que rinde homenaje a los seres queridos fallecidos,
El Día de Muertos es una de las festividades más emblemáticas de México, una celebración que honra a los seres queridos que han fallecido y cuyas almas, según la creencia popular, regresan del más allá para convivir con sus familiares el 1 y 2 de noviembre.
Uno de los aspectos centrales de esta tradición es la ofrenda, un altar cuidadosamente preparado con objetos que representan distintos elementos de la vida y la muerte. Cada uno de ellos tiene un significado profundo, ligado a las raíces culturales y espirituales de esta tradición ancestral.
Esto simbolizan los elementos de la ofrenda de Día de Muertos
- Los niveles de la ofrenda: Cielo, tierra e inframundo
Las ofrendas pueden tener varios niveles, generalmente dos o tres. Los dos niveles representan la división entre el cielo y la tierra, mientras que los tres niveles representan el cielo, la tierra y el inframundo, asociados con las creencias prehispánicas sobre la vida después de la muerte. Los siete niveles, que a veces también se incluyen, hacen referencia a los pasos que el alma debe atravesar para llegar al descanso eterno.
- Fotografía del difunto
En el centro de la ofrenda suele colocarse una fotografía del difunto. Este es uno de los elementos más importantes, ya que representa a la persona a quien se le dedica la ofrenda. Se cree que la fotografía ayuda a guiar el alma del fallecido de regreso al hogar, donde será recibido con los objetos y alimentos que más disfrutaba en vida.
- Veladoras: Luz que guía el camino
Las veladoras representan el fuego, uno de los cuatro elementos de la naturaleza, y su luz es esencial en la ofrenda, ya que sirve como guía para las almas en su camino de regreso al mundo de los vivos. A menudo, las velas se colocan en forma de cruz para aludir a los cuatro puntos cardinales y facilitar el tránsito de las almas.
- Flor de cempasúchil
La flor de cempasúchil, de color amarillo o anaranjado, es la flor tradicional del Día de Muertos. Su color vibrante simboliza el sol y se cree que su aroma ayuda a atraer y guiar a las almas hacia la ofrenda. Los pétalos a menudo se dispersan a lo largo del suelo formando un camino desde la puerta de la casa hasta el altar, como una guía visual y olfativa para los difuntos.
- Pan de muerto
El pan de muerto es uno de los elementos más representativos y tradicionales de la ofrenda. Su forma redonda simboliza el ciclo de la vida, mientras que las figuras de huesos que lo adornan representan a los muertos. En algunos casos, este pan se coloca como una ofrenda directa para los difuntos, siendo un alimento de bienvenida para quienes regresan del más allá.
- Papel picado: La fragilidad de la vida
El papel picado es otro componente visual importante en la ofrenda. Los colores brillantes y las formas recortadas representan el viento, otro de los cuatro elementos de la naturaleza. Además, los colores también significan algo, por ejemplo, el naranja el luto.
- Agua
El agua es indispensable en la ofrenda, no solo como uno de los cuatro elementos esenciales, sino también como un símbolo de la purificación del alma. Se coloca para que las almas puedan saciar su sed después de su largo viaje desde el mundo de los muertos y reponer energías para regresar a su morada.
- Comida y bebida: El banquete para los difuntos
Los platillos favoritos del difunto se colocan en la ofrenda como una forma de honrar sus gustos y recordarlo en vida. Puede incluir mole, tamales, dulces o cualquier otro alimento que el fallecido disfrutaba. Junto a la comida, se pueden colocar bebidas alcohólicas o no alcohólicas, como tequila, mezcal, o incluso café, según las preferencias del difunto.
- Incienso o copal:
El incienso o copal se utiliza desde tiempos prehispánicos para purificar el ambiente y alejar a los malos espíritus que puedan interferir en la llegada de las almas. El humo del incienso simboliza el paso de lo terrenal a lo divino, conectando a los vivos con los muertos en un ambiente sagrado.
- Calaveras de azúcar
Las calaveras de azúcar son un recordatorio visual y simbólico de que la muerte no es algo que deba temerse, sino que forma parte de la vida. Decoradas de manera colorida y con el nombre del difunto o incluso de los vivos, estas calaveras representan la relación cercana y casi festiva que la cultura mexicana tiene con la muerte, viéndola no como un final, sino como una transición hacia otra etapa.
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