- 07 de septiembre de 2024
El fenómeno de las famosas cobijas de tigre y su caída en desgracia, la historia tras el ícono mexicano de San Marcos
En el apogeo de los años 80s y 90s, las cobijas San Marcos se erigieron como un símbolo inconfundible de la cultura mexicana. Quienes crecieron durante esa época seguramente recuerdan la sensación reconfortante de envolverse en estas cobijas adornadas con tigres, lobos y osos. Sin embargo, la nostalgia de aquellos días contrasta con la realidad actual.
¿Qué sucedió con las legendarias cobijas San Marcos?
Fundada en la década de los 70s, la empresa San Marcos experimentó un ascenso meteórico, convirtiéndose en líder del mercado de cobertores en México. Los diseños distintivos, con tigres, leones y caballos, conquistaron el gusto de millones de mexicanos, convirtiendo estas cobijas en un ícono de la cultura popular.
Sin embargo, como toda historia de éxito, la de San Marcos tuvo su declive. La piratería y la competencia desleal de exportaciones con diseños similares pero calidad inferior llevaron a una abrupta disminución de las ventas en el mercado nacional. En el nuevo milenio, en 2004, la empresa se vio obligada a cerrar sus puertas, poniendo fin a una era de abrazos cálidos y confort invernal.
La historia de las cobijas San Marcos se remonta a Aguascalientes, donde Jesús Rivera Franco, un artesano jalisciense, soñó con crear un cobertor amado por los mexicanos y resistente a las bajas temperaturas. Inspirado por el poliéster que descubrió en Europa, regresó a México y, después de más de 2 mil intentos, perfeccionó la técnica.
Bautizado en honor a la comunidad de Aguascalientes, el cobertor San Marcos se popularizó en los años 80s. Con diseños exóticos y motivos prehispánicos, estas piezas de dos a tres kilos ofrecían un abrazo reconfortante, convirtiéndolas en el aliado ideal para las noches de frío. El calor de hogar se volvía literal con cada envoltura.
Con el tiempo, las imitaciones asiáticas invadieron el mercado, ofreciendo precios más atractivos y materiales ligeros. A pesar de algunos intentos en los 90s, la fábrica mexicana dejó de producir los cobertores, y en 2004, el último de San Marcos salió al mercado. La fábrica cerró definitivamente, y la marca pasó a manos de Cydsa de Monterrey.
Hoy en día, la nostalgia por las cobijas San Marcos sigue viva. Aunque es difícil encontrar las originales en su empaque, los diseños icónicos continúan comercializándose. Sin embargo, es esencial destacar que estas no son auténticas.
A pesar de la desaparición de la fábrica, el legado de las cobijas San Marcos perdura en la memoria colectiva de los mexicanos. Millones de personas conservan alguna de estas piezas, y el clásico cobertor de tigre incluso ha encontrado su lugar en los memes contemporáneos. Aunque las originales se han vuelto rarezas, el resurgimiento de la nostalgia ha llevado a la creación de imitaciones que buscan capturar la esencia única de las cobijas San Marcos. Así, este icono de la cultura mexicana continúa dejando su huella, recordándonos una época en la que nos envolvíamos en el calor de un abrazo tigre.
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